Rafael Estrada Cano*
¿Progresividad de derechos? ó ¿derecho religioso, confesional o eclesiástico de “último nivel”?… ó ¡teología woke!
Bajo el mismo yugo de los libros que forman parte del canon de la religión profesada por la Iglesia Católica, se establece innumerables veces la condición de que lo de Dios es de Dios y lo del César es del César… sin embargo en esa casual y cíclica dicotomía, los mismos dieron forma a un Estado Vaticano, que nació el 11 de febrero de 1929 con los Pactos Lateranenses del Tratado de Letrán, por los que Italia reconoció a la Santa Sede la plena propiedad y la soberanía exclusiva sobre el Vaticano.
La Ciudad del Vaticano (o Santa Sede), con una superficie de apenas 44 hectáreas, es el Estado soberano independiente más pequeño del mundo; su forma de Estado es “Pontificado electivo”.
El término Santa Sede se refiere al gobierno central de la Iglesia Católica. La Santa Sede tiene personalidad jurídica internacional, lo que le permite firmar tratados, enviar y recibir representantes diplomáticos y tener las normas jurídicas de un Estado. Los embajadores extranjeros se acreditan ante la Santa Sede, que es, a su vez, quien envía a sus representantes diplomáticos (nuncios).
El Jefe del Estado de la Santa Sede es el Papa. En la Santa Sede, el equivalente a presidente de gobierno o primer ministro es el Cardenal Secretario de Estado. En ausencia del Papa y del Secretario de Estado, queda a cargo de la Secretaría de Estado el Sustituto para los Asuntos Generales.
“Juanitas” eclesiásticas al estilo Vaticano
De acuerdo al Anuario Estadístico de la Iglesia de 2022, publicado por El Vaticano, hay más religiosas mujeres que sacerdotes y diáconos. Las casi 600,000 mujeres religiosas profesas -o monjas- superaron en casi un 47% al número de sacerdotes en todo el mundo; y según Vatican News, el porcentaje de mujeres pasó de representar el 19.2% en 2013 al 23.4% en 2023. Para eso fue necesaria la reforma de la Constitución de la Santa Sede de 2022, que permitió a los laicos, incluidas las mujeres, dirigir un dicasterio y convertirse en prefectos.
Desde el comienzo del pontificado de Francisco, la presencia de mujeres en el Vaticano ha ido en aumento. En 2016, Barbara Jatta fue designada directora de los Museos Vaticanos; hasta antes de 2019, todos los miembros del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica habían sido hombres, pero Francisco nombró por primera vez a siete mujeres como miembros del dicasterio y, en 2022, Raffaella Petrini fue nombrada secretaria general de la Gobernación, cargo habitualmente asignado a un obispo.
Recientemente la monja Simona Brambilla, de 59 años, fue nombrada por el Papa Francisco como prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, un organismo de la Santa Sede. Esa designación significa que Brambilla será la máxima autoridad de una institución religiosa que tiene como misión supervisar las órdenes religiosas, tanto para hombres como para mujeres, y las relaciones con sus fieles; aunque, también nombró junto a ella al cardenal Ángel Fernández Artime como proprefecto ya que “el jefe de la oficina debe poder celebrar la misa y realizar otras funciones sacramentales” que “actualmente sólo pueden llevar a cabo los hombres”.
Este es un gesto vinculado al “proceso de sinodalidad” que está atravesando la Iglesia, es decir, al momento de discusión que se está dando en la Iglesia Católica en los llamados “sínodos”.
Acción Afirmativa canónica
En este orden de ideas, el Papa Francisco ha nombrado a una mujer, la monja franciscana de 56 años, Raffaella Petrini, como “Gobernadora del Vaticano” y presidenta de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, cargos en el que tomará el relevo del cardenal español Fernando Vérgez Alzaga a partir del próximo 1 de marzo.
En enero pasado, el Papa aseguró que hay que eliminar la mentalidad “clerical y machista” en la Curia, el gobierno de la Iglesia católica, y que “las monjas están por delante y saben hacerlo mejor que los hombres”. Recordó que se critica “que no hay suficientes monjas en puestos de responsabilidad, en las diócesis, en la Curia y en las universidades» y, admitió que “es verdad””.
Conclusión Biopolítica
Esperemos los efectos teológicos en tod@s los demás “…ismos”: judaísmo, bahaísmo, islamismo, hinduismo y cristianismo.
Como tendencia social ya la ONU a través del uso de los seis idiomas oficiales utiliza expresiones lingüísticas que evitan los prejuicios y estereotipos sexistas, así como invisibilización y exclusión en el lenguaje de las personas de determinado sexo, género u orientación sexual.
P.D. La formación de frases de manera coigual y la aceptación de la versión femenina de sustantivos tradicionalmente masculinos; el uso de estructuras neutras o no binarias como la terminación de palabras con la vocal “e” o los símbolos “x” y “@“, para expresar indeterminación genérica, y sustantivos que no son específicos de género para referirse a roles o profesiones, el uso de pronombres “elle” “elles”, o la creación de expresiones como “auxiliar de correos” sustituyendo “cartero” y “cartera”… forman el combo de un gran desafío para “renovarse o morir” ante las estrategias lingüísticas y discursivas del lenguaje no sexista, de género neutro o inclusivo de sus pares en el Vatican@ o sino, acaso ¿se construye una APOSTASÍA GLOBAL de corte apocalíptico?… hagan sus apuestas.
*Analista político.
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