El cambio climático no solo impacta a los seres humanos, sino también a nuestras mascotas. Las altas temperaturas, la contaminación del aire y las alteraciones en los ecosistemas están generando que perros, gatos y otros animales domésticos enfrenten riesgos mayores para su salud.
Estrés térmico y olas de calor
Uno de los principales efectos del cambio climático en mascotas es el estrés térmico. Las olas de calor más frecuentes e intensas provocan deshidratación, golpes de calor y problemas respiratorios, especialmente en razas braquicéfalas como bulldogs o pugs, que tienen dificultades para regular su temperatura corporal. Evitar paseos durante las horas de mayor calor y mantener a los animales en espacios frescos es esencial para su bienestar.
Incremento de parásitos y enfermedades infecciosas
El aumento de la temperatura favorece la reproducción de pulgas, garrapatas y mosquitos, elevando el riesgo de enfermedades infecciosas como la leishmaniasis o la ehrlichiosis. La prevención con desparasitantes, collares antipulgas y revisiones veterinarias periódicas se vuelve fundamental para reducir estos peligros.
Contaminación ambiental y salud respiratoria
Los niveles altos de ozono y partículas suspendidas en el aire afectan los pulmones de los animales. Los síntomas incluyen tos, irritación ocular, alergias y fatiga. Las mascotas que habitan en ciudades con tráfico intenso o escasa vegetación son las más expuestas, por lo que es recomendable limitar su exposición y proporcionar ambientes limpios y ventilados.
Impacto de incendios forestales y cambios en hábitats
El humo de incendios forestales, cada vez más frecuentes, puede provocar daños respiratorios graves en perros y gatos, incluso si no están cerca del fuego. Asimismo, el calentamiento global provoca migración de insectos, roedores y aves que pueden ser portadores de virus y bacterias, generando la aparición de enfermedades antes poco comunes en zonas urbanas.
Medidas preventivas para proteger a las mascotas
Mantener a las mascotas hidratadas, evitar paseos en horas de máximo calor, protegerlas de parásitos durante todo el año y realizar revisiones periódicas con el veterinario son acciones clave. Crear conciencia sobre el impacto del cambio climático y adaptar hábitos diarios ayuda a proteger la salud de perros y gatos, garantizando su bienestar frente a estos desafíos ambientales.
Conciencia y responsabilidad ante el cambio climático
El cambio climático es una realidad que afecta a todos los seres vivos. Tomar medidas preventivas, promover entornos seguros y educar a la comunidad sobre su impacto en los animales domésticos puede marcar la diferencia para su salud y longevidad. Proteger a nuestras mascotas hoy asegura un futuro más saludable para todos.


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