En Río Grande, Zacatecas, la denuncia por el robo de un bebé de apenas seis meses ha encendido las alarmas en todo el estado. Lo que parecía ser un hecho aislado podría ser, en realidad, la punta de un iceberg: una red de adopciones ilegales operando bajo el amparo del crimen organizado.
Guadalupe Hernández, madre del menor, compartió en redes sociales un relato que conmocionó a cientos de personas. Según su testimonio, fue engañada por dos individuos que ofrecían supuestas terapias alternativas y que, bajo manipulación psicológica, la convencieron de entregar a su hijo.
Manipulación y engaño: la denuncia de la madre
“Me amedrentaron psicológicamente, usaron terapias como barras de acceso y constelaciones emocionales para obligarme a entregar a mi bebé. Ellos fueron los intermediarios”, relató con angustia la joven madre.
Su testimonio apunta a que los responsables no actuaron solos, sino como parte de un entramado mayor que utiliza métodos de presión emocional para apropiarse de menores y entregarlos a terceros.
La versión de la Fiscalía
El fiscal del estado, Cristian Camacho, confirmó que el menor fue entregado de manera consentida por su madre biológica, aunque aclaró que esa entrega podría constituir un delito.
“No existen registros hospitalarios que respalden la entrega legal del bebé. Se investiga si hubo un proceso irregular de adopción y, de ser así, habrá consecuencias jurídicas para todos los involucrados”, explicó.
La Fiscalía de Justicia de Zacatecas (FGEZ) tiene como prioridad la localización y protección del menor, garantizando el respeto al interés superior del niño, un principio fundamental en la ley mexicana.
Posibles vínculos con una red de adopciones ilegales
El caso no solo plantea la desaparición de un niño, sino la posibilidad de que más familias hayan sido víctimas de la misma red. Autoridades del DIF estatal y la Comisión de Derechos Humanos ya colaboran en las indagatorias, que buscan esclarecer si detrás de este hecho hay un esquema criminal sistemático.
La madre biológica también podría enfrentar responsabilidades legales si se confirma que la entrega del bebé fue voluntaria. Sin embargo, organizaciones civiles advierten que la manipulación psicológica juega un papel clave en estos casos, lo que podría atenuar su responsabilidad.
Una alerta social urgente
El caso de Zacatecas abre un debate urgente: la vulnerabilidad de madres en situación de precariedad o manipulación emocional frente a redes que operan bajo apariencia de legalidad.
Mientras las investigaciones avanzan, la exigencia ciudadana es clara: localizar al bebé con vida, sancionar a los responsables y cerrar cualquier resquicio legal que permita la explotación de menores a través de adopciones ilícitas.


TE PODRÍA INTERESAR