La Generación Z se rebeló en 2025: Jóvenes nativos digitales de Nepal a Perú usaron las redes sociales para coordinar protestas masivas contra el nepotismo y la desigualdad, logrando derrocar gobiernos.
El año 2025 será recordado como el periodo en que la Generación Z se rebeló en 2025 contra el orden establecido, llevando a cabo una oleada de protestas internacionales. Nacida del rechazo al nepotismo, la corrupción sistémica y la falta de oportunidades económicas, esta revuelta juvenil se extendió de Nepal a Perú, uniendo a jóvenes de países lejanos bajo un mismo ímpetu: la denuncia de la desigualdad.
Esta generación, que creció inmersa en las redes sociales, utilizó plataformas como TikTok y Discord para coordinar movilizaciones masivas y descentralizadas. Este nuevo método de organización política resultó ser extraordinariamente efectivo. Las protestas de la Generación Z se rebeló en 2025 lograron poner fin al mandato del líder comunista K P Sharma Oli en Nepal, revocar privilegios salariales a diputados en Indonesia e incluso forzar la salida de la presidencia de Dina Boluarte en Perú.
Katmandú ardió: El inicio de la revuelta global
El punto de inflexión fue la revuelta nepalí en septiembre, un levantamiento que se organizó completamente al margen de los partidos políticos tradicionales. La protesta digital se transformó en una revuelta real cuando miles de jóvenes tomaron las calles de Katmandú, transformando la capital en un infierno.
En tan solo 24 horas, la movilización logró derribar al Gobierno, calcinando símbolos principales del poder como el Parlamento y la residencia presidencial. Aunque la revuelta dejó más de 70 muertos y cuantiosas pérdidas económicas, allanó el camino para la jefatura interina de la ex jueza Sushila Karki y marcó el inicio de la oleada de descontento global en la que la Generación Z se rebeló en 2025.
Casi en paralelo a los sucesos de Katmandú, la ola de indignación juvenil resonó en Asia. Miles de estudiantes protestaron en Indonesia tras revelarse que los diputados percibirían salarios mensuales de hasta 14 mil dólares, una cifra astronómica comparada con el salario de la mayoría de trabajadores. Tras dos semanas de disturbios y diez muertos, el presidente Prabowo Subianto tuvo que revocar estos privilegios salariales, demostrando el poder de la presión social.
En Filipinas, universitarios vestidos de negro protestaron contra la corrupción después de que se confirmara la malversación de dinero público en proyectos de gestión de desastres naturales. Las investigaciones avanzaron gracias a estas manifestaciones, llevando a detenciones y señalamientos contra altos funcionarios. El furor juvenil contra el lujo de la clase gobernante también llegó al empobrecido Timor Oriental.
La Generación Z se rebeló en 2025: Un relato de África a Latinoamérica
El malestar social impulsado por la Generación Z se rebeló en 2025 no se limitó a Asia. Las denuncias de nepotismo y corrupción acabaron en un golpe de Estado en Madagascar en octubre. Una unidad de élite militar tomó el poder secundando las demandas de los jóvenes, cuyo malestar inicial por la falta de agua y los cortes eléctricos escaló hasta señalar la corrupción sistemática. Esto llevó al exilio del presidente Andry Rajoelina.
La ola de manifestaciones juveniles también se extendió a Marruecos, con reclamos callejeros que obligaron al rey Mohamed VI a pedir al Gobierno acelerar las reformas en sanidad, enseñanza y, fundamentalmente, la creación de oportunidades de empleo para los jóvenes, atendiendo a sus principales reclamos.
En Latinoamérica, los jóvenes de Perú se lanzaron a las calles inspirados por los movimientos globales para denunciar el aumento del crimen organizado y la inseguridad, lo que culminó con la destitución de la presidenta Dina Boluarte en octubre. Aunque la represión del nuevo gobierno interino logró apaciguar las movilizaciones temporalmente, el mensaje de la Generación Z se rebeló en 2025 ya había sido enviado.
Finalmente, en México, nativos digitales y millennials protagonizaron movilizaciones con consignas antigubernamentales. El movimiento, que se declara sin vinculación partidista, publicó un documento exigiendo mayor representación en el Congreso, combate a la corrupción y el fortalecimiento de la seguridad local. La Presidenta Claudia Sheinbaum pidió investigar a un «grupo muy violento» vinculado a estos reclamos, negando que la juventud estuviera en contra de su proyecto político. La Generación Z se rebeló en 2025 se consolidó como una fuerza global contra la corrupción.
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