El voto que cambió el rumbo de la transparencia en México
El pasado 21 de noviembre, una reforma impulsada por Morena y sus aliados aprobó la eliminación de siete organismos autónomos, incluido el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Este organismo, durante años, ha sido un pilar en la protección de la información pública y un instrumento clave para destapar actos de corrupción.
El argumento oficial detrás de esta decisión es el supuesto alto costo del INAI y su ineficacia para combatir la corrupción. Sin embargo, expertos han señalado que no es su función enjuiciar a servidores públicos, sino garantizar el acceso ciudadano a información pública y datos protegidos.
15 millones de datos en riesgo
El INAI alberga una base de datos con cerca de 15 millones de registros, que incluyen información de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y local. Este vasto acervo, conocido como el Sistema de Portales de Obligaciones de Transparencia (SIPOT), está en peligro de desaparecer debido a la falta de claridad en la reforma aprobada.
La nueva legislación establece que los materiales y plataformas del INAI pasarán al Ejecutivo Federal, pero no especifica cómo ni cuándo. Además, la creación de la Secretaría Anticorrupción, que asumiría las funciones del INAI, aún está pendiente.
Preocupaciones de la sociedad civil
Organizaciones como Artículo 19 han levantado la voz ante la incertidumbre. Estas agrupaciones han ofrecido resguardar los datos mientras se define el futuro de la información pública. Leopoldo Maldonado, director de Artículo 19, declaró que están analizando los aspectos legales y técnicos para asegurar que esta información no se pierda ni sea vulnerada.
“Los datos públicos y personales podrían estar en riesgo si no hay un escenario claro sobre su resguardo durante los próximos 90 días”, afirmó Julieta del Río, comisionada del INAI.
La importancia de la transparencia en una democracia
La desaparición del INAI representa un golpe para la democracia mexicana. Desde su creación, el instituto ha garantizado el acceso a información que permitió destapar casos de corrupción y exigir rendición de cuentas. Con su extinción, surge la preocupación de que esta información se pierda, sea manipulada o se utilice para fines no éticos.
Especialistas señalan que el INAI no solo era un archivo de datos, sino una herramienta que empoderaba a los ciudadanos para cuestionar al poder. En un país donde la corrupción y la opacidad han sido problemas históricos, la desaparición de este organismo genera serias dudas sobre el compromiso del gobierno con la transparencia.
El futuro incierto: ¿Qué sigue para los datos del INAI?
La reforma establece un plazo de 90 días para que los legisladores definan el destino de la información y las funciones que asumirá la Secretaría Anticorrupción. Mientras tanto, los datos del SIPOT permanecen en un limbo legal y técnico.
Organizaciones civiles, expertos y ciudadanos temen que este vacío sea aprovechado para desmantelar uno de los pocos mecanismos que garantizan el acceso a la información pública. Por ahora, la vigilancia y la presión de la sociedad serán clave para evitar que los datos se pierdan o sean manipulados.
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