El 3 de febrero de 2025, la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y miembros del crimen organizado. Tras la captura de Ricardo “G”, alias ‘El Ricky’, líder regional del Cártel del Noreste (CDN), la ciudad vivió una jornada de caos que obligó a la Administración del Aeropuerto Internacional Quetzalcóatl a suspender todas las operaciones y a la alcaldesa, Carmen Lilia Canturosas, a pedir a la población que se resguardara en sus hogares.
Los enfrentamientos entre la Guardia Nacional y los sicarios del CDN se intensificaron en varias zonas de la ciudad, lo que derivó en bloqueos y un ambiente de inseguridad. A continuación, analizamos los detalles de este trágico evento y sus repercusiones en la vida diaria de los habitantes de Nuevo Laredo.
Cierre del Aeropuerto Internacional de Nuevo Laredo: una medida preventiva
La violencia desatada en las primeras horas del 3 de febrero obligó a las autoridades locales a tomar medidas drásticas para garantizar la seguridad de los habitantes y los viajeros. La Administración General del Aeropuerto Internacional Quetzalcóatl emitió un comunicado oficial informando que todas las operaciones aéreas quedarían suspendidas por el resto de la jornada debido a los enfrentamientos y los bloqueos en las cercanías del aeropuerto.
El pronunciamiento de la alcaldesa y las aerolíneas fue claro: «Los vuelos programados para hoy serán cancelados y reprogramados para mañana, 4 de febrero», indicó la presidenta municipal, Carmen Lilia Canturosas. La aerolínea Viva Aerobús también confirmó que el cierre del aeropuerto respondía a razones de seguridad, tanto para los pasajeros como para el personal operativo, debido a los disturbios en la ciudad.
La violencia se intensifica: enfrentamientos y despojo de vehículos
La jornada de violencia en Nuevo Laredo comenzó cuando elementos de la Guardia Nacional realizaron una captura importante: Ricardo “G”, alias ‘El Ricky’, líder regional del Cártel del Noreste, fue detenido durante un operativo en la ciudad. Esta acción desató una ola de violencia, ya que sicarios armados atacaron a las fuerzas de seguridad en diferentes puntos de la ciudad.
Además de los enfrentamientos armados, se reportaron varios incidentes de despojo de vehículos a ciudadanos inocentes. Habitantes de Nuevo Laredo alertaron a través de redes sociales como Facebook y X sobre los robos, pidiendo la ayuda de la comunidad para localizar los vehículos robados. Los civiles armados, aprovechando la confusión, se apoderaron de varios automóviles, generando aún más caos en la ciudad.
Recomendación de la alcaldesa: «Manténganse en casa»
Frente a la creciente violencia, la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas, a través de sus redes sociales, emitió un urgente llamado a la población. «Favor de no salir de sus casas por el momento, manténganse resguardados y tomen precauciones para evitar incidentes», recomendó a los habitantes de Nuevo Laredo. La alcaldesa destacó que se encontraba en constante comunicación con las autoridades federales y locales para coordinar las acciones de seguridad y prometió mantener informada a la ciudadanía.
La recomendación de permanecer en casa fue un reflejo de la grave situación que vivía la ciudad. Las calles de Nuevo Laredo se vaciaron rápidamente, mientras los habitantes buscaban refugio en sus hogares para evitar verse atrapados en los enfrentamientos.
Impacto en la vida cotidiana: miedo y caos en las calles
El cierre del aeropuerto y la recomendación de quedarse en casa son solo algunas de las medidas que ilustran el impacto inmediato de la violencia en la vida cotidiana de los residentes de Nuevo Laredo. Las calles que normalmente están llenas de actividad se vaciaron rápidamente, y los comercios cerraron sus puertas en un intento por proteger a sus empleados y clientes.
Además del cierre temporal del aeropuerto, la cancelación de vuelos y los bloqueos en las principales arterias de la ciudad afectaron a miles de personas que se desplazaban por razones de trabajo o turismo. Mientras tanto, las autoridades locales y federales intentaban contener la situación, con la esperanza de que los enfrentamientos disminuyeran a medida que el día avanzaba.
La situación en Nuevo Laredo: un reflejo de la violencia en Tamaulipas
El incidente de Nuevo Laredo refleja una situación más amplia en Tamaulipas, donde la violencia relacionada con los cárteles de droga ha aumentado en los últimos años. La disputa por el control de la región entre grupos criminales, como el Cártel del Noreste y otros grupos rivales, ha generado un clima de inseguridad que afecta tanto a los residentes como a los visitantes de la ciudad.
El gobierno federal, a través de la Guardia Nacional, ha implementado diversas estrategias para contener el narcotráfico y los enfrentamientos armados, pero las acciones violentas continúan afectando a las poblaciones locales. En este contexto, la administración de Carmen Lilia Canturosas ha tenido que tomar decisiones difíciles para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, como el cierre temporal del aeropuerto y el llamado a la calma durante los momentos de tensión.
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