Palacio legislativo: Un edificio nuevo con fallas desde el inicio
Palacio Legislativo de Guanajuato, una obra que comenzó en 2008 con un presupuesto inicial de 138 millones de pesos, se ha convertido en uno de los proyectos más polémicos del estado. Hoy, su costo supera los 800 millones de pesos, y pese a la fuerte inversión, el inmueble continúa presentando fallas estructurales graves, especialmente en su estacionamiento subterráneo.

Desde 2016, cuando aparecieron los primeros movimientos de tierra y grietas, el Congreso y el Poder Ejecutivo han desembolsado 9 millones 336 mil 197 pesos en estudios técnicos para evaluar daños, riesgos y necesidades de reforzamiento. Sin embargo, más de una década después del primer dictamen, las irregularidades persisten.
Seis estudios y ninguna solución definitiva
Entre 2013 y 2024, autoridades estatales han contratado diversos análisis de mecánica de suelos, seguridad estructural, integridad estructural, revisión del diseño y pruebas de carga, además de un proyecto formal de refuerzo de losas y trabes.
Entre los contratos más costosos destaca uno firmado el 13 de marzo de 2024 con la ingeniera Hilda Flores Silva, por 7 millones 463 mil 838 pesos, para evaluar a fondo la integridad del edificio. Este representa el estudio más caro que se ha realizado hasta ahora.
Otros diagnósticos relevantes incluyen:
- 2018: Estudio de seguridad estructural por 53 mil 144 pesos.
- 2016: Proyecto de refuerzo estructural por 1 millón 119 mil 589 pesos, elaborado por la Universidad de Guanajuato.
- 2016: Estudio de mecánica de suelos por 99 mil 676 pesos.
- 2014: Otro estudio de mecánica de suelos por 69 mil 949 pesos.
- 2013: Revisión estructural y pruebas de carga por 530 mil pesos.
Pese a todos ellos, el problema no solo continúa, sino que ahora se considera que parte del estacionamiento podría requerir demolición, según declaró el diputado panista Erandi Bermúdez Méndez.
Fisuras, filtraciones y desplazamientos del terreno
Los estudios coinciden en que existen fallas en losas, filtraciones de agua, deformaciones en trabes de acero y desplazamientos preocupantes. Un dictamen determinó incluso que debía reducirse en un 20% la carga permitida en los entrepisos para evitar un riesgo estructural mayor.
El análisis de Control de Calidad y Consultoría en Ingeniería reveló que varios cimientos no fueron asentados sobre terreno natural, sino sobre relleno o terraplén, una práctica que puede desencadenar asentamientos diferenciales, grietas y pérdida de estabilidad.
El estudio documenta también separaciones en los barandales, fisuras en los pisos y desgaste acelerado causado por humedad constante.
Error de construcción: cargas excedidas durante la obra
Otro dictamen, firmado por el ingeniero Javier D’Trewethan Almanza, concluyó que las cargas permisibles fueron excedidas durante la construcción, lo que provocó daños en los estados límites de falla y servicio de vigas, las trabes y las losas de concreto.
Esto significa que la estructura fue sometida a esfuerzos para los que no estaba diseñada, un error grave que pudo comprometer la estabilidad desde el momento en que se colocaron elementos pesados antes de tiempo o en zonas inadecuadas.
Restricciones actuales para evitar riesgos
Para limitar daños y proteger la seguridad de los usuarios, especialistas recomendaron estrictamente:
- Prohibir el acceso de vehículos de carga o autobuses.
- Permitir únicamente vehículos ligeros en las losas del estacionamiento superior.
- No colocar sobrecargas como jardineras o estructuras decorativas en la explanada.
- Impermeabilizar urgentemente para evitar filtraciones al estacionamiento subterráneo.
- Implementar un plan de mantenimiento permanente y supervisión continua.
A pesar de las reparaciones realizadas tras los primeros reportes, la situación estructural sigue sin estabilizarse completamente.
Un edificio con historial polémico
La obra del Palacio Legislativo no solo ha sido costosa, sino también lenta y cuestionada.
- 2008: Inició su construcción.
- 2009: Debió entregarse, pero no se cumplió.
- 2015: Finalmente fue inaugurado por el entonces gobernador Miguel Márquez Márquez.
El proyecto arquitectónico estuvo a cargo de Teodoro González de León Arquitectos, por el cual el Congreso pagó 9 millones 430 mil pesos.
Hoy, a casi dos décadas de haber comenzado la obra, el edificio sigue acumulando gastos y problemas que no han sido solucionados.

Fuera de los problemas que Guanajuato pueda presentar el nuevo Palacio Legislativo de Guanajuato se ha convertido en un caso emblemático de sobrecostos, fallas técnicas y mala planeación, donde los millones invertidos no han sido suficientes para garantizar una estructura segura y funcional. La serie de diagnósticos técnicos revela deficiencias desde la cimentación hasta la ejecución de la obra, y aunque las reparaciones continúan, la posibilidad de demoler parte del estacionamiento evidencia la gravedad del problema.
Mientras las autoridades buscan soluciones permanentes, el edificio permanece como un recordatorio de la necesidad de supervisión rigurosa, transparencia y responsabilidad en la obra pública.


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