Inflación 2026 será uno de los principales retos económicos para los hogares mexicanos durante la primera mitad del próximo año. Inflación 2026, de acuerdo con el Banco de México (Banxico), tendrá niveles más altos de lo previsto inicialmente, impulsados por el incremento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), así como por el tradicional ajuste de precios que ocurre cada enero.

Inflación 2026 y el ajuste de expectativas de Banxico
Banxico revisó al alza sus pronósticos de inflación en su último Informe Trimestral de 2025, anticipando un escenario más complejo para el inicio de 2026. Para el primer trimestre, la estimación de inflación general pasó de 3.5% a 3.7%, mientras que para el segundo trimestre se ajustó de 3.2% a 3.3%.
En el caso de la inflación subyacente —que incluye alimentos, bebidas, tabaco, servicios y vivienda—, el banco central también elevó sus previsiones. Para los primeros tres meses del año, el indicador subió de 3.8% a 4%, y para el periodo de abril a junio pasó de 3.3% a 3.4%. Este componente es especialmente relevante, ya que refleja presiones más persistentes sobre los precios.
Impacto del IEPS en productos de consumo
Uno de los factores que explica el ajuste en las previsiones de inflación 2026 es el aumento al IEPS aplicado a productos como refrescos, sueros y cigarros. Banxico reconoce que estos incrementos fiscales tendrán un impacto directo en los precios al consumidor, aunque considera que dicho efecto será transitorio.
El instituto central señaló que los ajustes fiscales no necesariamente se traducen de forma proporcional en los precios finales, pero advirtió que será necesario evaluar su impacto con mayor precisión conforme se disponga de más información durante los primeros meses del año.
Servicios, el principal foco de presión inflacionaria
Además del IEPS, Banxico identificó al sector servicios como uno de los principales factores detrás de las presiones inflacionarias previstas para 2026. Este rubro ha mostrado una dinámica económica significativa, impulsada por el aumento en costos laborales, rentas y tarifas asociadas a actividades esenciales.
La persistencia de la inflación en servicios suele ser más difícil de revertir, lo que explica por qué el banco central mantiene una postura cautelosa y abierta a nuevas revisiones en sus proyecciones.
Cuesta de enero: un desafío para el consumo
Especialistas advierten que la llamada cuesta de enero de 2026 será particularmente pesada. Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, anticipa que los primeros meses del año estarán marcados por un repunte inflacionario que podría superar el 4%, colocándose fuera del objetivo de Banxico.
Este escenario obligará a los consumidores a modificar sus hábitos, priorizando productos y servicios más económicos. El aumento en impuestos, el ajuste en tarifas gubernamentales y la inercia inflacionaria tradicional de enero se combinarán con un contexto de estancamiento económico y deterioro del mercado laboral.
Ingresos presionados y menor margen financiero
El repunte inflacionario previsto para inflación 2026 llega en un momento delicado para las finanzas familiares. Tras un 2025 marcado por bajo crecimiento económico, muchas familias enfrentan ingresos limitados, lo que reduce su capacidad para absorber aumentos de precios.
Analistas coinciden en que el impacto será generalizado, afectando a todos los niveles socioeconómicos, aunque con mayor intensidad a los hogares de menores ingresos, donde el gasto en alimentos y servicios básicos representa una mayor proporción del presupuesto.
La postura de Banxico ante el panorama inflacionario
Banxico dejó claro que su Junta de Gobierno seguirá monitoreando de cerca la evolución de los precios y no descarta actualizar nuevamente sus pronósticos si los efectos del IEPS o de otros factores resultan más persistentes de lo anticipado.
El banco central reiteró que su objetivo es mantener la estabilidad de precios, aunque reconoció que el entorno para inflación 2026 presenta riesgos al alza que deberán ser evaluados con información más completa en los próximos meses.
Un inicio de año que exigirá planeación
Todo apunta a que el arranque de 2026 será un periodo de ajustes para los hogares mexicanos. La combinación de inflación elevada, mayores impuestos y un mercado laboral debilitado obligará a una administración más cuidadosa del gasto y a replantear decisiones de consumo.

Inflación 2026 se perfila como un desafío relevante para la economía familiar en México. Aunque Banxico considera que algunos impactos serán temporales, los ajustes al alza en sus proyecciones reflejan un entorno de mayor presión sobre los precios. Para los hogares, el inicio del próximo año requerirá cautela financiera, adaptación en hábitos de consumo y una planeación más estricta para enfrentar una cuesta de enero que promete ser más pesada de lo habitual.


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