Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa más emblemática del país, sorprendió al mercado financiero al reportar una reducción de casi 100 mil millones de pesos en sus pérdidas durante el último año.
De acuerdo con su informe más reciente ante la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la petrolera estatal registró una pérdida neta de 61 mil 242 millones de pesos en el tercer trimestre, lo que representa una disminución del 62% frente al saldo negativo del mismo periodo de 2024.
Este avance llega en un momento clave, marcado por la volatilidad internacional en los precios del crudo y los retos operativos en campos estratégicos. Sin embargo, Pemex ha logrado estabilizar su operación con una estrategia enfocada en la eficiencia y el control de gastos.
Un año de recuperación y disciplina financiera
Según el reporte financiero, la mejora se debe principalmente a un menor costo de ventas, la reducción del deterioro de activos fijos y un tipo de cambio más favorable, que impulsó las exportaciones.
Además, la compañía destacó que su estrategia de liquidez y financiamiento competitivo ha permitido fortalecer su posición en el mercado energético y sostener proyectos clave como la Refinería Olmeca.
En términos de deuda, Pemex informó un saldo total de 100 mil 300 millones de dólares, equivalente a un aumento del 2.7% anual. Este ligero crecimiento responde a nuevas acciones financieras orientadas a mantener liquidez y acceso a créditos internacionales, explicó Víctor Rodríguez Padilla, director general de la petrolera.
Reconocimiento internacional y contratos mixtos
Uno de los hitos más destacados fue el reconocimiento de agencias calificadoras.
Fitch Ratings mejoró la calificación crediticia de Pemex en tres niveles, pasando de B+ a BB+ con perspectiva estable, lo que refleja una mayor confianza en la gestión de la compañía.
Durante una conferencia con inversionistas, Rodríguez Padilla adelantó que antes de finalizar el año Pemex firmará sus primeros contratos mixtos con empresas privadas, un paso histórico que busca atraer inversión sin perder el control estatal.
Cabe recordar que Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ya había anunciado en septiembre la firma de 11 contratos mixtos como parte de su política energética de cooperación público-privada.
Más producción y refinerías estratégicas
El informe también muestra un aumento en la producción energética.
En el tercer trimestre, Pemex alcanzó una producción promedio de 1.65 millones de barriles diarios de crudo, mientras la producción de gas natural se situó en 3 mil 730 millones de pies cúbicos por día.
El Sistema Nacional de Refinación y la Refinería Olmeca jugaron un papel crucial en este repunte. Gracias a ellos, la producción de petrolíferos superó el millón de barriles diarios, de los cuales 62% correspondió a destilados de alto valor como gasolina, diésel y turbosina.
Pemex, símbolo de resiliencia energética
Detrás de los números hay una historia de recuperación y modernización.
La petrolera más grande de México parece haber encontrado una ruta de estabilidad tras años de pérdidas multimillonarias y cuestionamientos sobre su viabilidad.
En palabras de sus directivos, el objetivo es claro: transformar a Pemex en una empresa rentable y sostenible, alineada con los objetivos energéticos de México y con una nueva visión de colaboración internacional.
El futuro luce más prometedor para la compañía que, a pesar de su enorme carga de deuda, vuelve a inspirar confianza en los mercados y en la ciudadanía.


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