En medio de la polémica que rodea los litigios fiscales del empresario Ricardo Salinas Pliego, la presidenta Claudia Sheinbaum fue clara y directa:
“No es nada personal, es simplemente cobrar los impuestos que se deben”.
El caso, que ha captado la atención nacional por su complejidad y magnitud, involucra una deuda fiscal que, según la mandataria, se remonta al año 2008. Desde entonces, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha emprendido múltiples auditorías que derivaron en procesos legales aún vigentes.
Lejos de las teorías de persecución política, Sheinbaum sostuvo que la postura de su gobierno es de transparencia y justicia fiscal, no de confrontación.
“Se trata de un proceso serio, que no busca dañar a ningún grupo empresarial. Es una obligación tributaria que debe cumplirse”, afirmó durante su conferencia matutina.
Un litigio con años de historia
El conflicto entre Grupo Salinas y el gobierno federal no es nuevo. Diversas autoridades hacendarias han reclamado el pago de impuestos por operaciones presuntamente irregulares en filiales del consorcio, entre ellas TV Azteca y Elektra.
De acuerdo con fuentes oficiales, los montos reclamados superan los 30 mil millones de pesos, una cifra que ha colocado el caso entre los más relevantes de los últimos años en materia fiscal.
Sheinbaum recalcó que el proceso no busca exhibir a ningún empresario, sino reforzar el principio de que todos deben contribuir de manera justa.
“Desde 2008 este adeudo está en revisión. Lo que queremos es garantizar que se pague lo que se debe, para beneficio del pueblo de México”, señaló.
La presidenta también expresó su confianza en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) actuará conforme a derecho al resolver los recursos interpuestos por el grupo empresarial.
“La Corte tomará su decisión, nosotros confiamos plenamente en sus procesos”, puntualizó.
“Toma chocolate y paga lo que debes”
Con su característico tono directo, Sheinbaum dejó una frase que rápidamente se volvió tendencia:
“Toma chocolate y paga lo que debes”.
La expresión, que mezcla humor popular con firmeza política, resume el mensaje del gobierno: no habrá excepciones ni privilegios fiscales.
En redes sociales, la frase generó una ola de reacciones. Algunos usuarios la interpretaron como un gesto de cercanía con el pueblo, mientras otros la vieron como un mensaje contundente hacia los grandes empresarios que han evitado cumplir sus obligaciones tributarias.
Otros temas en la agenda presidencial
Durante el mismo encuentro con medios, Sheinbaum abordó la detención del empresario Víctor Álvarez Puga en Estados Unidos. Explicó que el Gabinete de Seguridad dará a conocer detalles sobre las acusaciones en su contra, y que se buscará su extradición a México para responder ante la justicia.
El gobierno mantiene su postura de fortalecer el combate a la corrupción y la evasión fiscal, especialmente entre quienes han construido fortunas al margen de la ley. Para Sheinbaum, el mensaje es claro:
“La justicia fiscal es parte del bienestar social.”
Una visión de justicia tributaria
El caso Salinas Pliego simboliza una nueva etapa en la relación entre el poder económico y el Estado. Más allá del litigio, la narrativa que impulsa Sheinbaum busca consolidar una cultura de equidad fiscal, donde cada contribuyente —grande o pequeño— cumpla con lo que le corresponde.
El gobierno federal reafirma así su compromiso con un modelo donde la recaudación fortalezca los programas sociales y la inversión pública, pilares del proyecto de transformación nacional.
TE PODRÍA INTERESAR