La tasa de interés volvió a convertirse en uno de los temas centrales del debate económico nacional luego de que el Banco de México anunciara un nuevo recorte en su nivel de referencia. La decisión fue celebrada públicamente por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien aseguró que la inflación en el país se encuentra bajo control y que la economía mexicana mantiene bases sólidas de cara a 2026.
Desde la Ciudad de México, la mandataria subrayó que el banco central actuó con cautela, reconociendo que el proceso de relajación monetaria dependerá del comportamiento de los precios en los próximos meses. Sin embargo, enfatizó que no existen señales alarmantes que pongan en riesgo la estabilidad económica.
El recorte del Banco de México y su impacto económico
El ajuste a la tasa de interés forma parte de un ciclo gradual iniciado tras el periodo de endurecimiento monetario que buscó contener la inflación. Para Sheinbaum, la decisión del Banco de México refleja que el país ha logrado avances importantes en el control de los precios, sin comprometer el crecimiento.
La presidenta destacó que, si bien el banco central fue prudente respecto a futuros recortes, el mensaje de fondo es positivo: la inflación está contenida y permite avanzar hacia condiciones financieras más favorables para empresas y familias.
Inflación y salarios: una narrativa que Sheinbaum cuestiona
Uno de los puntos más relevantes de la postura presidencial fue su crítica a la idea de que el aumento salarial necesariamente provoca inflación. Sheinbaum calificó esta premisa como falsa y explicó que el verdadero desafío es lograr un equilibrio entre crecimiento, inversión y distribución de la riqueza.
De acuerdo con la mandataria, el incremento de los salarios debe ir acompañado de mayor inversión productiva, lo que permite fortalecer el mercado interno sin generar presiones inflacionarias descontroladas. En este contexto, la tasa de interés juega un papel clave, ya que influye directamente en el costo del crédito y en las decisiones de inversión.
Crecimiento económico con estabilidad de precios
Sheinbaum reiteró que el objetivo del gobierno federal no es únicamente crecer, sino hacerlo de manera equitativa. En su visión, una economía sana es aquella que combina estabilidad macroeconómica con mejoras tangibles en el nivel de vida de la población.
La reducción gradual de la tasa de interés puede incentivar la inversión privada, facilitar el acceso al crédito y fortalecer sectores estratégicos, siempre que se mantenga una vigilancia constante sobre la inflación.
Optimismo frente al T-MEC y el escenario internacional
En el ámbito comercial, la presidenta se mostró optimista respecto a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aseguró que el país cuenta con la fortaleza institucional y económica necesaria para enfrentar cualquier negociación, incluso en un entorno global complejo.
Este mensaje de confianza se enlaza con la política monetaria actual: una tasa de interés más baja, combinada con estabilidad macroeconómica, mejora la competitividad del país y refuerza su atractivo para la inversión extranjera.
Presupuesto en Nuevo León y continuidad económica
Sheinbaum también abordó el tema del presupuesto en Nuevo León, aclarando que, en caso de no alcanzarse un acuerdo en el Congreso local, el estado operará con el presupuesto previamente aprobado. Esto, aseguró, no implica una parálisis financiera ni afecta de manera automática proyectos relevantes.
Este tipo de declaraciones refuerzan la narrativa de certidumbre económica que el gobierno busca proyectar, especialmente en momentos donde decisiones como la tasa de interés influyen en la percepción de estabilidad.
La economía rumbo a 2026
De cara al futuro, la presidenta fue contundente: la economía mexicana estará bien en 2026. Su optimismo se sustenta en una combinación de factores, entre ellos el control inflacionario, el manejo responsable de la política monetaria y el fortalecimiento del mercado interno.
La tasa de interés, en este contexto, deja de ser solo un indicador técnico para convertirse en una señal política y económica de confianza. Para Sheinbaum, su reducción es una muestra de que México avanza hacia un modelo de crecimiento más equilibrado, donde la estabilidad financiera y el bienestar social no son objetivos opuestos, sino complementarios.
En suma, la postura presidencial frente al recorte del Banco de México refuerza un mensaje claro: con inflación controlada, inversión en marcha y una tasa de interés en descenso, el país busca consolidar una etapa de crecimiento sostenido y mayor equidad económica.


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