Cómo tus cenas influyen en la calidad de tu sueño
Después de un día agitado, muchas personas optan por cenas copiosas, cargadas de grasas y carbohidratos. Sin embargo, lo que comes antes de dormir afecta directamente cómo descansas. Según el Dr. Rafael Santana Miranda, de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, consumir alimentos pesados por la noche puede alterar las fases del sueño y desencadenar problemas digestivos como el reflujo.
Para garantizar un descanso reparador, es fundamental entender cómo ciertos alimentos interfieren en el sueño y qué alternativas saludables pueden beneficiar tu cuerpo y mente.
Efectos de las cenas copiosas en el sueño
1. Alteración de las fases del sueño
Cenas ricas en proteínas, grasas y azúcares estimulan neurotransmisores que afectan la fase REM, intensificando los sueños o provocando pesadillas.
2. Problemas digestivos y reflujo
Comidas abundantes antes de acostarte ralentizan la digestión, causando malestar estomacal que interrumpe tu descanso.
3. Interferencia metabólica
La sobrecarga alimenticia nocturna afecta el metabolismo, lo que puede dificultar la recuperación física y mental durante la noche.
Cenas ligeras para un mejor descanso
Alimentos recomendados:
- Frutas como plátano o manzana, que aportan energía ligera.
- Verduras al vapor o en ensaladas, fáciles de digerir.
- Lácteos bajos en grasa, como yogur natural.
Evita:
- Comidas fritas, pizzas, hamburguesas y azúcares refinados.
- Bebidas con cafeína, que alteran el ritmo circadiano.
El momento ideal para cenar
El Dr. Santana recomienda cenar al menos dos horas antes de acostarse. Si optas por alimentos ligeros como frutas o lácteos, este tiempo puede reducirse a una hora.
Además, mantener horarios regulares de cena y sueño ayuda a sincronizar tu reloj biológico, mejorando el descanso nocturno y el rendimiento durante el día.
¿Y si necesitas más energía?
Para estudiantes o personas en periodos de alto rendimiento intelectual, consumir proteínas y grasas moderadas por la noche puede favorecer la memoria. Estas cenas, combinadas con un tiempo de digestión adecuado, mejoran la retención de información y optimizan el aprendizaje.
Menos es más en la cena
Optar por cenas ligeras no solo mejora la calidad del sueño, sino que también protege tu digestión y metabolismo. Escucha a tu cuerpo y dale lo que realmente necesita para descansar.


TE PODRÍA INTERESAR