sábado, diciembre 27, 2025

Ghosting: la dolorosa forma moderna de desaparecer sin explicación

Cuando Laura conoció a Alberto por Instagram, todo parecía salido de una película romántica. Risas, mensajes interminables y promesas de verse pronto. Pasaron un fin de semana juntos, pero lo que vino después fue el silencio absoluto. Bloqueada en todas partes, sin motivo aparente. Fue su primer encuentro con el ghosting, esa práctica moderna de desaparecer sin decir adiós.

“Hago chas y desaparezco”: el fenómeno que no deja de crecer

El ghosting se ha convertido en una forma cada vez más común de romper relaciones. Nació con el auge de las apps de citas, donde las conexiones son rápidas y, a menudo, desechables. Aunque no hay métricas exactas, diversos estudios indican que entre el 60 % y 80 % de los usuarios de plataformas como Tinder o Bumble han sido víctimas o perpetradores.

Ana Martí-Belda, psicóloga experta en terapia breve estratégica, explica que este patrón “se está extendiendo incluso a amistades y relaciones largas”. Según ella, el ghosting se ha normalizado como una respuesta “aprendida” para evitar el conflicto.

El impacto emocional del ghosting

Para quien lo sufre, el ghosting puede ser devastador. No hay cierre, no hay explicación, y eso deja una herida abierta. Daniela lo vivió en carne propia tras nueve meses de relación a distancia:

“Pensé que le había pasado algo. Seguí escribiéndole durante semanas hasta que me di cuenta de que simplemente me había borrado de su vida”.

El duelo tras una desaparición así es más lento y confuso. Las víctimas suelen experimentar ansiedad, culpa y rumiación constante, revisando el móvil una y otra vez esperando una respuesta que nunca llega.

“El dolor es mayor porque no hay manera de entender qué pasó”, señala Martí-Belda.

Detrás del ghosting: miedo, evitación y falta de empatía

Aunque muchos lo asocian con el narcisismo o la frialdad emocional, la realidad es más compleja. Según la psicóloga, no todos los que hacen ghosting son crueles; algunos lo hacen por miedo al conflicto o al rechazo, o porque carecen de habilidades emocionales para afrontar una conversación incómoda.

El apego evitativo —ese temor a comprometerse o sufrir— también juega un papel importante. Quien teme enamorarse puede desaparecer justo cuando la conexión se vuelve real. Otros casos responden simplemente a la procrastinación emocional: posponen responder un mensaje hasta que pasa tanto tiempo que se vuelve imposible hacerlo sin culpa.

Del ghosting al caspering: las nuevas formas de desaparecer

El ghosting no está solo. Han surgido otras variantes igual de frustrantes:

  • Caspering: desaparecer poco a poco, como un fantasma amable.
  • Orbiting: cortar la relación, pero seguir presente en redes con likes o comentarios.
  • Benching: mantener a alguien “en el banquillo” por si falla otra opción.
  • Breadcrumbling: dar migajas de atención sin compromiso real.
  • Cushioning: tener varios frentes abiertos para evitar quedarse solo.

Estas dinámicas reflejan una era donde la hiperconectividad digital convive con una desconexión emocional profunda.

¿Cómo sanar después del ghosting?

Superar el ghosting implica aceptar que no habrá respuestas. La terapia y el autocuidado son aliados para reconstruir la autoestima. También es clave entender que la desaparición del otro dice más sobre su miedo que sobre nuestro valor.

“Cuando te hacen ghosting no pierdes algo real, pierdes la ilusión de lo que pudo ser”, comenta Martí-Belda. Aprender a cerrar sin respuestas es una forma de amor propio.

Owen Michell
Owen Michell
Owen Michell es nuestro editor especializado en noticias digitales, con un profundo conocimiento en identificar tendencias y desarrollar contenido de consulta. Su experiencia en el panorama digital le permite brindar información relevante y atractiva para nuestra audiencia. Su pericia en el ámbito de las noticias digitales contribuye a la autoridad y actualidad de nuestro sitio.
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