El miedo a los perros es una de las fobias más comunes entre los niños, pero lo bueno es que con el enfoque adecuado, este miedo puede reducirse o desaparecer con el tiempo. Los animales de compañía, como los perros, no solo son fuente de alegría, sino que también pueden ser terapéuticos para la salud emocional de los niños. Sin embargo, si tu hijo tiene miedo a los lomitos, es esencial abordar este temor de manera cuidadosa y respetuosa.
El primer paso es comprender que el miedo de tu hijo es real y válido. En lugar de ignorarlo o minimizarlo, es importante brindarle las herramientas adecuadas para enfrentarlo. Aquí te presentamos algunas estrategias que pueden ayudarte.
¿Cómo ayudar a tu hijo a perder el miedo a los perros?
1. Entender el miedo: la clave está en la comunicación
Lo primero que debes hacer es hablar con tu hijo. Pregúntale qué le genera miedo sobre los perros. Puede ser el ruido de los ladridos, su tamaño o alguna mala experiencia que haya tenido en el pasado. Al validar sus sentimientos y escuchar sus temores, le estás mostrando que lo entiendes y estás dispuesto a ayudarlo a superar su miedo.
2. Enseñar sobre el comportamiento canino
El miedo a lo desconocido es una de las causas principales de la fobia a los perros. Por eso, educar a tu hijo sobre el comportamiento de los perros puede hacer una gran diferencia. Explícale que los perros ladran para comunicarse, no para atacar. También es útil mostrarle cómo los perros muestran emociones, como la felicidad o el miedo, de forma similar a las personas. Esto puede ayudar a tu hijo a entender que los perros no son criaturas amenazantes por naturaleza.
Exposición gradual: acercándose a los perros con seguridad
3. Comienza desde lejos
Es importante que tu hijo no se sienta presionado. Comienza por mostrarle imágenes o videos de perros amables y tranquilos. Luego, llévalo a un parque o lugar donde pueda ver perros desde lejos. Mantén una distancia segura para que no se sienta abrumado. Esta exposición gradual le permitirá adaptarse a la presencia de los perros sin sentirse en peligro.
4. Interacciones controladas
Una vez que tu hijo se sienta más cómodo al observar a los perros desde una distancia, puedes intentar una interacción más cercana. Busca perros que sean conocidos por su buen temperamento y asegúrate de que el dueño esté presente para controlar la situación. No obligues a tu hijo a acercarse si no está listo; respétale su ritmo.
5. Progreso a su ritmo
Cada niño tiene un tiempo diferente para superar sus miedos. No lo apresures, y celebra cada pequeño paso que dé hacia la superación de su fobia, como tocar al perro o acercarse un poco más.
Modelar la calma y reforzar la confianza
6. Modela un comportamiento tranquilo
Si tú o un miembro cercano de la familia interactúa con un perro de forma relajada y tranquila, tu hijo podrá observar que no hay motivo para temerles. Habla de los perros con entusiasmo y calma, resaltando sus cualidades positivas y lo amigables que pueden ser.
7. Juegos y cuentos
A los niños les encanta aprender a través del juego. Usar juguetes de peluche con forma de perro puede ayudar a familiarizar a tu hijo con el concepto de tener un perro cerca. Además, leerle libros o contarle historias sobre perros amigables puede hacer que se sienta más cómodo con la idea de interactuar con ellos.
Involucrar a un perro amigable: la clave es la paciencia
8. Involucra a un perro con buen temperamento
Si tienes un amigo o familiar con un perro tranquilo, pídele que te ayude. Asegúrate de que el perro sea calmado y respetuoso con los niños. Comienza con interacciones pasivas: que tu hijo observe al perro o lo acaricie si está dispuesto. No lo presiones para que haga más de lo que está listo para hacer.
9. Refuerza los logros
Cada vez que tu hijo supere un pequeño obstáculo, como acercarse más a un perro o acariciarlo, celebra su valentía. El refuerzo positivo es clave para ayudar a tu hijo a ganar confianza. Usa palabras de aliento y, si lo deseas, pequeñas recompensas para motivarlo.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si el miedo de tu hijo a los perros es extremadamente intenso o interfiere con su vida diaria, no dudes en consultar a un psicólogo infantil. La terapia cognitivo-conductual es eficaz para tratar fobias y puede ayudar a tu hijo a aprender a manejar y superar su miedo a los perros.
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