Era una tarde abrasadora del 28 de julio en Hastings, Nebraska. Las temperaturas superaban los 40 grados centígrados, y una advertencia meteorológica había sido emitida con antelación. Pese a ello, un padre dejó a su bebé de cinco meses dentro de un vehículo estacionado. Horas después, el pequeño fue hallado inconsciente.
La llamada de emergencia llegó a las 17:00 horas. La escena que encontraron los rescatistas fue devastadora. Aunque intentaron reanimarlo y lo trasladaron al hospital Mary Lanning Healthcare, solo pudieron confirmar su fallecimiento. El diagnóstico: exposición fatal al calor.
Arresto inmediato: Jeremy Hansen, acusado de abuso infantil
Jeremy Hansen, de 36 años y padre del menor, fue arrestado esa misma noche. La Fiscalía del Condado de Adams lo acusó de abuso infantil negligente con resultado de muerte, un delito grave que podría derivar en un juicio.
El hombre deberá comparecer en octubre en una audiencia para determinar si existen elementos suficientes para abrir un proceso penal formal. Aún no se sabe si ha conseguido abogado o si ha emitido alguna declaración.
La ola de calor y el peligro silencioso para los niños
El Servicio Meteorológico Nacional había alertado con antelación: el calor sería extremo, especialmente peligroso para niños, adultos mayores y mascotas. Ese día, se alcanzaron los 40,5 ℃ (105 ℉) en la región sur del estado.
Según la organización Kids and Car Safety, 40 niños mueren cada año en EE. UU. por ser dejados dentro de vehículos. En Nebraska, se han registrado cinco casos fatales entre 1999 y 2024. Estos datos convierten este problema en una tragedia recurrente y prevenible.
Una comunidad en duelo: impacto emocional y llamado a la conciencia
Las autoridades locales emitieron un comunicado reconociendo el dolor de la comunidad y destacando la gravedad de lo ocurrido. “Este es un incidente desgarrador. Nuestros corazones están con la familia, amigos y socorristas”, expresaron.
Este suceso no solo deja a una familia rota, sino que también revive el debate sobre negligencia infantil, seguridad en olas de calor y la necesidad de campañas de concientización más agresivas.
Historias que deben cambiar leyes
Casos como este han motivado la creación de iniciativas legales en algunos estados de EE. UU., donde dejar a un menor en un vehículo puede ser considerado homicidio involuntario. Grupos como KidsAndCars.org han impulsado tecnologías de sensores en automóviles para prevenir estas muertes.
Sin embargo, la tragedia de Hastings muestra que aún queda mucho por hacer, y que un solo descuido puede cobrar una vida.


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