La violencia en Escuinapa volvió a manifestarse con fuerza la mañana de este domingo, cuando enfrentamientos armados entre grupos rivales del crimen organizado dejaron un saldo de dos personas muertas en distintos puntos de la cabecera municipal. Las víctimas no formaban parte de los grupos en disputa: se trató de un taxista y un adulto mayor dedicado a la renta de lavadoras, dos civiles atrapados en medio del fuego cruzado.
Lo que debía ser una jornada tranquila se transformó en minutos en una escena de pánico. Detonaciones de arma de fuego interrumpieron la rutina dominical de los habitantes, obligando a familias enteras a resguardarse en sus viviendas mientras el sonido de los disparos recorría varias colonias del municipio ubicado al sur de Sinaloa.
Un adulto mayor, primera víctima colateral de la balacera
El primer hecho ocurrió en el cruce de las calles La Paz y Libertad, en la Colonia Centro. De acuerdo con testimonios recabados por autoridades, un adulto mayor, ampliamente conocido en la comunidad por dedicarse a la renta de lavadoras, circulaba en su motocicleta con un pequeño remolque para entregar uno de sus equipos.
En ese punto, una camioneta tripulada por sujetos armados —que presuntamente huían tras participar en un enfrentamiento— lo embistió de manera violenta. El impacto fue fatal. El trabajador perdió la vida de forma instantánea, dejando inconclusa una labor cotidiana que durante años le permitió sostenerse económicamente.
Vecinos relataron que la escena fue caótica: disparos, gritos y vehículos huyendo a toda velocidad, mientras el cuerpo del adulto mayor quedaba tendido sobre el asfalto.
Taxista muere por bala perdida en otra colonia
Casi de manera simultánea, otro hecho violento se registró en la Colonia Paredones, sobre la calle Libertad y Zapotecos. En ese sitio, un taxista que transitaba por la zona fue alcanzado por una bala perdida en medio de la refriega entre grupos armados.
El conductor quedó sin vida dentro de su unidad de transporte público, lo que generó conmoción entre compañeros del gremio y vecinos del sector. El vehículo permaneció detenido varios minutos hasta que autoridades municipales lograron asegurar la zona.
Este segundo caso confirmó el impacto directo de la violencia en Escuinapa sobre la población civil, que una vez más se convierte en víctima colateral de disputas criminales.
Despliegue policiaco y ausencia de detenidos
Tras los reportes de detonaciones, elementos de la Policía Municipal de Escuinapa se movilizaron a ambos puntos para acordonar las áreas y preservar las escenas del crimen. El ambiente en el municipio se tornó tenso, con circulación restringida y presencia policiaca visible en zonas estratégicas.
Horas más tarde, se esperaba el arribo de fuerzas federales y de peritos de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, quienes realizarían las diligencias correspondientes, el levantamiento de indicios balísticos y el traslado de los cuerpos al Servicio Médico Forense.
Hasta el cierre de esta información, no se reportaban personas detenidas ni un pronunciamiento oficial sobre los responsables directos de los enfrentamientos.
Violencia en Escuinapa y el impacto social
A mitad de la jornada, el saldo era claro: dos familias enlutadas y una comunidad marcada por el miedo. Comerciantes bajaron cortinas, ciudadanos cancelaron actividades y el temor volvió a instalarse en las calles.
La violencia en Escuinapa no solo deja cifras, también rompe dinámicas sociales y profundiza la sensación de vulnerabilidad entre quienes intentan llevar una vida cotidiana lejos del conflicto criminal. Las víctimas de este domingo no estaban armadas ni involucradas en actividades ilícitas; simplemente se encontraban en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
Un llamado silencioso a la seguridad
Aunque no se han emitido comunicados oficiales sobre operativos extraordinarios, habitantes del municipio esperan una respuesta contundente que devuelva la calma a la región. Analistas locales coinciden en que estos hechos reflejan la fragilidad de la seguridad en zonas donde el crimen organizado mantiene disputas activas.
Mientras tanto, Escuinapa enfrenta una nueva jornada marcada por el duelo y la incertidumbre, en espera de justicia para las víctimas y de acciones que frenen la escalada de violencia.
Violencia en Escuinapa, una herida que sigue abierta
La violencia en Escuinapa volvió a cobrar vidas inocentes, recordando que el impacto del crimen organizado trasciende a sus propios actores. En medio de enfrentamientos que no distinguen horarios ni víctimas, la población civil continúa pagando el precio más alto.
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