En la pequeña comunidad de Old Fort, Tennessee, lo que parecía un operativo de rutina se transformó en una misión de alto riesgo. Kevin Wade O’Neal, de 54 años, no solo había emitido amenazas contra funcionarios públicos, sino que planeaba un acto violento de grandes proporciones. En su casa, las autoridades hallaron 14 artefactos explosivos improvisados, listos para detonar.
La historia, publicada por la Oficina del Sheriff del Condado de Polk, da cuenta de una operación en la que participaron tanto agentes locales como fuerzas federales, y que pudo haber terminado en tragedia de no ser por la rápida respuesta de las autoridades.
El arresto: cuando el peligro era inminente
El viernes por la mañana, oficiales con órdenes de arresto llegaron a la residencia de O’Neal, situada a unos 70 kilómetros de Chattanooga. No sabían que estaban a punto de ingresar a un lugar preparado para la destrucción. Al detectar humo proveniente del dormitorio, evacuaron el lugar y solicitaron apoyo inmediato.
Lo que siguió fue una colaboración ejemplar entre agencias: la Brigada de Bombas de Chattanooga, la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el personal local unieron esfuerzos para neutralizar los dispositivos.
Artefactos listos para explotar
Según la policía, O’Neal intentó activar los explosivos tanto al momento de la entrada de los agentes como durante su arresto. Afortunadamente, ninguno de los 14 dispositivos detonó. Cada uno fue desactivado por especialistas en explosivos, evitando lo que habría sido un escenario catastrófico para los nueve agentes y dos civiles presentes.
“Fue un acto deliberado y planificado. No se trató de una reacción impulsiva”, señaló Elisa Myzal, portavoz de la policía de Chattanooga.
Cargos por intento de asesinato y armas prohibidas
La gravedad del caso se refleja en los cargos presentados: 11 por intento de asesinato en primer grado, 14 por posesión de armas prohibidas y uno más por tenencia de componentes explosivos. Cada acusación es una señal de lo que estuvo a punto de ocurrir.
O’Neal se encuentra detenido en la cárcel del Condado de Polk. Su fianza aún no ha sido establecida y no se ha confirmado si cuenta con defensa legal.
Una muestra de coordinación y prevención
Más allá del horror de lo que pudo pasar, el caso subraya la importancia de la coordinación entre agencias para proteger a la ciudadanía y a los servidores públicos. La operación conjunta evitó un posible atentado y deja lecciones importantes sobre prevención, inteligencia y reacción ante amenazas domésticas.


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