Ciudad de México, 10 de noviembre de 2024 – Jorge Romero Herrera ha sido elegido como el nuevo presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN) con una contundente mayoría del 80% de los votos en las elecciones internas. Esta victoria marca un nuevo rumbo para el PAN, con Romero al frente para el periodo 2024-2030. Sin embargo, no todos los miembros del partido están conformes, pues la elección ha sido objeto de fuertes críticas, principalmente por parte de Adriana Dávila, su rival en la contienda.
Respaldo de líderes panistas al nuevo dirigente
La elección interna del PAN, celebrada bajo la supervisión de la Comisión Organizadora Nacional de Elecciones (CONECEN), registró una participación significativa de la militancia, con aproximadamente 45% del padrón acudiendo a votar. Jorge Romero se alzó con el 79.9% de los votos, mientras que Adriana Dávila obtuvo el 20.1%.
Líderes destacados del PAN se manifestaron en redes sociales para expresar su apoyo al nuevo dirigente. Renán Barrera, exalcalde de Mérida, y Enrique Vargas del Villar, líder panista en el Estado de México, aplaudieron el triunfo de Romero y reafirmaron su compromiso con su proyecto. “Con @JorgeRoHe vamos a unir y renovar a @AccionNacional”, expresó Barrera. Vargas del Villar acompañó su mensaje con imágenes del evento, mostrando el ambiente de celebración que rodeó a Romero en su primera aparición tras el anuncio.
La senadora Kenia López Rabadán también se sumó a los apoyos, destacando los compromisos que Romero anunció en su primer discurso como presidente electo: “Apertura total del PAN a la sociedad, amplificar las voces que no comulgan con el gobierno actual y ganar elecciones”, señaló en su mensaje.
Incluso Margarita Zavala, ex primera dama y una figura que se ha mostrado crítica con la dirección del PAN en el pasado, felicitó a Romero, expresando su deseo de que su liderazgo logre consolidar una oposición sólida en México. Zavala añadió que este triunfo podría ser una oportunidad para que el PAN retome su papel como una alternativa real para los ciudadanos.
Las críticas de Adriana Dávila: ¿una elección legítima?
Mientras la mayoría de los líderes panistas celebraban el triunfo de Romero, Adriana Dávila, exsenadora y candidata en la contienda, cuestionó fuertemente la legitimidad del proceso electoral. En un video publicado en su cuenta de X (anteriormente Twitter), Dávila señaló que la elección fue “inequitativa” y carente de transparencia, describiéndola como “un proceso antidemocrático”. La exsenadora acusó a los liderazgos del partido de favorecer intereses específicos y construir un modelo “simulador y corrupto” que, en su opinión, no representa los valores históricos del PAN.
Dávila también criticó el alto índice de abstencionismo, interpretando la baja participación como una señal de descontento. “La abstención de alrededor del 70% de la militancia es una clara señal de que las prácticas actuales no convencen”, declaró. Según ella, la dirigencia debería reflexionar sobre este mensaje en lugar de celebrarlo como un triunfo absoluto.
A pesar de su desacuerdo, Dávila enfatizó que su intención no es dividir al partido, sino señalar las deficiencias del proceso para fomentar una autocrítica constructiva. “No deseo la división ni la muerte de Acción Nacional, pero la sumisión ante la mentira es cobardía, el silencio ante la injusticia es complicidad», manifestó.
La visión de Jorge Romero para el PAN: unidad y oposición fuerte
En su discurso de aceptación, Jorge Romero agradeció el apoyo de los militantes y se comprometió a liderar un PAN unido y enfocado en ser una verdadera alternativa de gobierno. Rodeado de figuras clave del partido como Santiago Taboada y Roberto Gil Zuarth, Romero afirmó que su liderazgo será firme en sus principios y oposición hacia el gobierno actual.
“Acción Nacional es el único partido que renovó su dirigencia por elección de sus militantes”, destacó Romero, en contraste con otros partidos nacionales. Romero subrayó la importancia de la democracia interna del PAN y su compromiso de defender los valores históricos de la institución, apuntando a las elecciones intermedias de 2027 como un objetivo prioritario para el partido.
El dirigente expresó su visión de un PAN que defienda la dignidad y la libertad de los mexicanos, y aseguró que su papel será fortalecer la oposición y construir un partido que represente una opción sólida y digna. “Seremos una oposición fuerte, unida y con principios”, aseguró, dando pie a lo que espera sea una nueva etapa de crecimiento y consolidación del PAN en la política mexicana.
Un partido dividido y en busca de unidad
El respaldo de los líderes panistas a Romero y las críticas de Dávila evidencian el desafío que enfrenta el PAN para mantener la cohesión interna. Mientras Romero promete liderar con apertura y basarse en los principios que han caracterizado al PAN, las voces críticas dentro del partido, como la de Dávila, insisten en la necesidad de recuperar los valores fundacionales y evitar prácticas que pongan en riesgo la legitimidad de sus procesos internos.
La primera tarea de Romero será, sin duda, trabajar para sanar estas divisiones y unificar al PAN en torno a su nueva dirigencia. Con miras a consolidarse como una fuerza opositora frente a Morena, el PAN tendrá que equilibrar sus intereses internos y mostrar que puede ser un partido democrático y unido.
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