Hace millones de años, un meteorito extinguió al 75% de las especies del planeta, incluyendo a los dinosaurios. Hoy, estamos en medio de otra extinción masiva, pero esta vez el “meteorito” somos nosotros: los humanos. La actividad humana está acabando con plantas, animales y ecosistemas esenciales para la vida, a una tasa mil veces mayor que la de extinción natural. El impacto es grave y tangible, pero pocas veces se habla de los seres más afectados: las plantas.
¿Qué es la ceguera vegetal y por qué es tan peligrosa?
Al hablar de especies en peligro, es común pensar en los osos polares o en las ballenas. Pero, ¿y las plantas? La llamada “ceguera vegetal” hace que muchos ignoren la importancia de las plantas en la biodiversidad. Al no movernos ni “mirarnos con ojos tiernos”, las plantas pasan desapercibidas. Esto ha llevado a que, mientras desaparecen especies de aves y mamíferos, el doble de especies de plantas están en riesgo sin que el mundo lo perciba.
¿Por qué necesitamos salvar a las plantas? Los servicios invisibles que proveen
Las plantas son fundamentales para la vida en el planeta y nos ofrecen una enorme gama de beneficios. Desde el chocolate y el café hasta el tequila y los instrumentos musicales, los humanos dependemos de las plantas para mucho más que alimento. Además, los bosques y selvas son esenciales para regular el clima, evitar la erosión y garantizar la lluvia que riega los cultivos. Sin plantas, la vida tal como la conocemos sería imposible.
Por ejemplo, los manglares nos protegen de tormentas, y los árboles de los bosques, al liberar vapor de agua en el aire, generan los llamados “ríos voladores” que transportan humedad y aseguran lluvias en distintas regiones. Pero la deforestación y el cambio climático amenazan esta biodiversidad, comprometiendo nuestros recursos esenciales.
La Lista Roja de la UICN: el barómetro de la biodiversidad
Para comprender la magnitud de la crisis, la Lista Roja de la UICN evalúa el estado de conservación de las especies. Hasta ahora, solo el 18% de las especies de plantas han sido evaluadas y, de ese grupo, el 38% están en peligro de extinción. Este “barómetro” indica que la extinción de especies es una tormenta que ya estamos enfrentando.
Muchas plantas están desapareciendo incluso antes de ser descubiertas: de las casi 400,000 especies de plantas conocidas, apenas conocemos bien una octava parte. Algunas de estas plantas podrían tener propiedades medicinales clave o ayudar a enfrentar el cambio climático. Pero, al ritmo actual, corremos el riesgo de perder recursos valiosos sin siquiera conocerlos.
Cocobolo: el “oro rojo” en peligro crítico por el tráfico ilegal
Un caso emblemático es el del cocobolo (Dalbergia retusa), un árbol valorado por su madera rojiza y resistente, utilizada en muebles, artesanías e instrumentos musicales. Debido a su alto valor, el cocobolo ha sido explotado en exceso, y la expansión agrícola ha reducido su hábitat. Su explotación sin control ha llevado a la desaparición de más del 80% de las poblaciones de cocobolo.
En un esfuerzo por proteger al cocobolo, se le catalogó en peligro crítico en la Lista Roja de la UICN, y su comercio es regulado. Aun así, el tráfico ilegal sigue siendo una amenaza, especialmente en países como Panamá, donde redes criminales comercializan esta madera. Solo entre 2020 y 2023 se decomisaron miles de trozos de cocobolo traficado ilegalmente, y muchos árboles siguen desapareciendo cada día.
¿Cómo podemos salvar a nuestros “osos polares verdes”?
Al igual que con los animales en peligro, necesitamos una combinación de estrategias para conservar las plantas. Esto implica la regulación del comercio de especies como el cocobolo, pero también la investigación científica para estudiar las plantas poco conocidas y los ecosistemas en riesgo. Aquí algunos pasos esenciales:
- Evaluación y protección de especies: Necesitamos aumentar el número de plantas evaluadas en la Lista Roja y regular la extracción y venta de especies en peligro.
- Investigación en biodiversidad: Acelerar los estudios científicos en áreas poco exploradas es clave para descubrir nuevas especies y proteger las ya existentes.
- Conservación en jardines botánicos y bancos de semillas: Estas “arcas de Noé” aseguran que, si desaparecen en la naturaleza, podamos conservar y recuperar especies vegetales.
- Educación ambiental: Promover la importancia de las plantas en el sistema educativo es crucial para reducir la “ceguera vegetal” y crear una conciencia más amplia sobre su valor.
- Apoyo gubernamental y comunitario: La participación de gobiernos, organizaciones civiles y comunidades es esencial para proteger los hábitats naturales y establecer políticas que regulen el uso de recursos vegetales.
De ser el “meteorito” a los guardianes de la biodiversidad
La extinción masiva de plantas es una realidad alarmante que pone en riesgo la vida en el planeta. Los “osos polares verdes” también necesitan de nuestra ayuda y, como sociedad, tenemos la responsabilidad de actuar. La ceguera vegetal nos ha hecho ignorar el valor de las plantas, pero este Día Internacional para la Tolerancia es una oportunidad para reconocer que nuestro bienestar está entrelazado con el de todas las especies.
Cada planta que salvemos representa un paso hacia un futuro más sostenible. Las plantas no solo son el “escenario” donde sucede la vida, sino que son protagonistas de nuestra existencia, por lo que necesitamos protegerlas tanto como a cualquier otra especie en peligro. Es momento de dejar de ser el meteorito y convertirnos en los guardianes de la biodiversidad.
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