sábado, diciembre 20, 2025

Claudia Sheinbaum: su gobierno comienza entre tensiones y un legado difícil

A poco más de un mes de iniciar su mandato, la presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta una serie de retos que ponen a prueba su liderazgo y su capacidad para trazar un camino propio. Con su gobierno aún en sus primeras semanas, las tensiones internas y las herencias del pasado, principalmente el legado de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), han marcado cada una de sus decisiones, generando dudas sobre si su administración podrá realmente diferenciarse o seguirá atrapada en la sombra del expresidente.

La “fiesta” de reelección: Rosario Piedra en la CNDH

Como si fuera un regalo de cumpleaños para AMLO, la reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) fue impulsada por el senador Adán Augusto López, coordinador de Morena. Esta decisión se tomó sin considerar la polémica que rodea a Piedra, quien ha sido criticada por sus pobres resultados y su falta de independencia. Aunque muchos esperaban que Sheinbaum marcara distancia, solo dedicó nueve segundos en conferencia para abordar la polémica, dejando entrever que no quería profundizar en un tema que ya se ha convertido en una fuente de tensión interna.

La reelección de Piedra ha sido vista por algunos como un símbolo de la continua influencia de AMLO en el actual gobierno. Desde el Senado, el ala lopezobradorista sigue dictando el rumbo en decisiones claves, una situación que genera una presión evidente sobre Sheinbaum, quien se enfrenta al reto de mantener la unidad en su partido sin perder su propia voz.

Seguridad, un tema clave: Ken Salazar lanza críticas directas

A este escenario de tensión se suman las declaraciones recientes del embajador estadounidense Ken Salazar. En un cambio de tono notable, Salazar cuestionó directamente la estrategia de seguridad del pasado gobierno, señalando que AMLO rechazó apoyo e inversión de Estados Unidos en temas de seguridad por razones ideológicas. 

Salazar instó a Sheinbaum a no quedarse en el pasado y a abrirse a la cooperación en seguridad, un tema que sigue siendo prioritario para Washington.

Este mensaje marca una ruptura en la narrativa de cooperación entre México y Estados Unidos, y representa un llamado a la presidenta para que adopte un enfoque distinto en seguridad. Las palabras de Salazar fueron más allá de la crítica al pasado, buscando alentar un cambio de rumbo en una de las áreas más sensibles para ambos países: la lucha contra el crimen organizado y la protección de la ciudadanía.

La tensión en el Senado: la reelección de Piedra y la división de Morena

La decisión de la reelección de Rosario Piedra ha generado un nuevo foco de división dentro de Morena. A pesar de las críticas y del bajo desempeño de la titular de la CNDH, su reelección fue impulsada por el ala cercana a AMLO, mientras que varios senadores que simpatizan con Sheinbaum han expresado su desacuerdo. Esta disidencia es una señal de que el partido no solo enfrenta tensiones externas, sino también conflictos internos que podrían complicar la gobernabilidad en el corto plazo.

A diferencia de otros presidentes mexicanos que, al inicio de su mandato, marcaron un claro distanciamiento con sus predecesores, Sheinbaum se encuentra con la difícil tarea de mantener el equilibrio entre su propio proyecto y el compromiso con la Cuarta Transformación. 

La creciente diferencia entre el ala fiel a AMLO y aquellos que buscan seguir a Sheinbaum podría resultar en un Morena dividido, lo que pondría en riesgo la estabilidad de la administración.

¿El inicio de una rivalidad? Sheinbaum vs. lopezobradoristas

A medida que el gobierno avanza, la relación entre los lopezobradoristas y los sheinbaumistas parece intensificarse. Sheinbaum, quien asumió el poder con la promesa de continuar los logros de la 4T, enfrenta cada vez más la presión de marcar un estilo propio. Sin embargo, el ala radical y fiel a AMLO parece querer mantener el control, como se ha visto en decisiones clave, como la reforma del Poder Judicial, impulsada por Morena y aprobada sin un diagnóstico integral.

Este conflicto interno plantea una pregunta clave: ¿podrá Sheinbaum ganar autoridad y diferenciarse, o quedará atrapada en un papel de continuidad de las políticas de su predecesor? Mientras su gobierno busca consolidarse, la división entre quienes respaldan un modelo continuista y aquellos que apuestan por una transformación más moderada podría convertirse en un obstáculo.

¿Un camino propio o atrapada en el legado?

El gobierno de Claudia Sheinbaum comienza en medio de una compleja red de tensiones y expectativas. Con Ken Salazar cuestionando la política de seguridad de su predecesor y sectores dentro de Morena buscando mantener el control, la presidenta enfrenta la difícil tarea de consolidar su liderazgo y de ganar autonomía. Este desafío es especialmente crítico dado que la percepción pública de su gobierno se está formando en estos primeros meses, y su capacidad para tomar decisiones propias será esencial para definir su administración.

A 45 días de su gobierno, Sheinbaum ha mostrado un estilo prudente y cauteloso, pero queda la duda de si podrá liberarse de la fuerte sombra de AMLO y guiar al país con una voz propia. El tiempo dirá si podrá enfrentar estas tensiones y marcar un rumbo que la diferencie, o si quedará atrapada en un papel secundario frente al legado de su mentor político.

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Georgina Balam
Georgina Balam
Georgina Balam es nuestra editora experta en la sección de Espectáculos y Entretenimiento. Con una sólida experiencia en la creación de contenido digital, se distingue por ofrecer información veraz y oportuna a nuestra audiencia. Su conocimiento y autoridad en la industria del entretenimiento aseguran que nuestros lectores reciban las noticias más fiables y actualizadas.
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