La temporada más triste para Santos Laguna ha llegado a su fin. Con un rendimiento que desilusionó a su afición y cifras que reflejan una caída histórica, el equipo de la Comarca Lagunera enfrentó una crisis que va más allá de los resultados en el campo. Esta vez, el peso de la multipropiedad y las decisiones de Orlegi Sports han tenido un impacto profundo, llevando a los Guerreros al torneo más oscuro de su historia.
Un cambio directivo improvisado y la falta de liderazgo
A medida que los resultados empeoraban, el equipo fue sometido a cambios directivos que han generado dudas entre los aficionados. Aunque el nuevo presidente de Santos Laguna posee preparación académica, sus primeras declaraciones han mostrado una falta de conexión con la afición, que siente que la esencia y el prestigio que una vez definieron al equipo se han perdido.
La gestión de Santos en manos de Orlegi Sports comenzó con éxito, impulsada por una filosofía basada en la cantera y la combinación de jugadores experimentados. Sin embargo, en la última temporada, esta fórmula parece haberse disuelto. Los aficionados observan cómo la multipropiedad ha relegado al equipo a un papel secundario dentro de los intereses de su grupo directivo, especialmente después de la adquisición del Sporting de Gijón en España.
Los estragos de la multipropiedad: Santos Laguna en el olvido
La multipropiedad ha sido una constante en el fútbol mexicano, y Santos Laguna no es ajeno a sus consecuencias. La FIFA parece haber dejado de lado su postura sobre este modelo, permitiendo que conglomerados como Orlegi Sports posean varios equipos. El resultado para Santos ha sido una pérdida de protagonismo en la estrategia de inversión de su grupo directivo, que parece más enfocado en los nuevos retos en el fútbol europeo.
Santos ha sufrido por refuerzos que llegan tarde, jugadores que se marchan para nutrir otros equipos y un presupuesto limitado para competir. En lugar de ver un crecimiento en el equipo, la multipropiedad ha convertido a Santos en una vitrina para el Sporting de Gijón, sacrificando su propio desempeño en la Liga MX y afectando a una afición fiel que cada vez se muestra más desencantada.
Resultados decepcionantes en el campo: una defensa y ofensiva en números rojos
Los números de Santos Laguna esta temporada son el reflejo de una estrategia sin rumbo. Terminaron el torneo con una de las peores ofensivas y defensivas, siendo incapaces de superar a equipos que han sido inestables en la liga, como FC Juárez, Puebla, Mazatlán y Querétaro. Cada encuentro dejó en evidencia la falta de consistencia, y las declaraciones de Nacho Ambriz, técnico del equipo, mostraban una resignación que no pasó desapercibida para los seguidores.
La falta de un proyecto serio ha convertido a Santos en una sombra de lo que fue, y su afición, que alguna vez llenaba el estadio, se encuentra ahora cada vez más distante. Las entradas más bajas en años se registraron esta temporada, reflejo de una fanaticada cansada de promesas incumplidas y de ver a su equipo convertido en una segunda prioridad.
La afición, la más afectada: una lealtad en prueba
Para los aficionados de Santos Laguna, esta temporada ha sido una de las más dolorosas. La pasión de la Comarca Lagunera por su equipo es bien conocida, y ver cómo Santos se hunde en la tabla ha sido devastador. Los abonos, que antes se vendían sin problema, ahora encuentran pocos interesados, y aquellos que los compraron buscan deshacerse de ellos ante el descontento.
La falta de inversión y el aparente abandono de la directiva han hecho que muchos se cuestionen el futuro del equipo. La multipropiedad parece ser el gran obstáculo, y voces de la afición comienzan a pedir que se venda la franquicia a alguien que realmente valore al equipo. Santos Laguna merece un proyecto independiente, que lo devuelva a su lugar como uno de los equipos más respetados de la liga.
Alejandro Irarragorri Jr. y el desafío de recuperar a Santos
Uno de los nuevos rostros de esta transición es Alejandro Irarragorri Jr., quien enfrenta el reto más grande de su joven carrera. Con su padre, Alejandro Irarragorri, enfocado en otros proyectos, la responsabilidad de devolverle a Santos la grandeza recae ahora en él. Sin embargo, la falta de apoyo y el papel de Santos como “segundo equipo” en la estructura de Orlegi Sports dificultan su misión.
Para Irarragorri Jr., mejorar el equipo será una tarea titánica si no cuenta con los recursos y el respaldo necesarios. Devolverle la confianza a la afición y recuperar el rendimiento en la cancha será clave para evitar que Santos Laguna se convierta en un equipo de medianía, condenado a la irrelevancia en la Liga MX.
Un futuro incierto para Santos Laguna
La historia reciente de Santos Laguna refleja un declive que duele a su afición y pone en riesgo su legado. La multipropiedad, lejos de beneficiar al equipo, ha convertido a Santos en una vitrina para otros intereses. El reto de la nueva directiva es inmenso: devolverle al equipo su identidad y su lugar como uno de los grandes de México.
En la Comarca Lagunera, la lealtad de la afición es inquebrantable, pero la paciencia tiene un límite. El camino a la recuperación pasa por poner fin a la falta de compromiso y por reconocer que Santos necesita un enfoque exclusivo. De lo contrario, el equipo seguirá atrapado en un ciclo de crisis, decepcionando a una afición que merece mucho más.
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