De la lucha social al gobierno: Clara Brugada y su propuesta para la CDMX
Clara Brugada no es una improvisada en la política. A diferencia de muchos funcionarios de la autodenominada Cuarta Transformación, su trayectoria en la lucha social y comunitaria es reconocida. Su liderazgo en Iztapalapa y su enfoque en políticas públicas de proximidad han marcado su estilo de gobierno.
Hoy, como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, su discurso se aleja del asistencialismo radical que López Obrador promovió durante su administración. Mientras el expresidente insistía en que solo en la pobreza se encontraba la felicidad y descalificaba a quienes aspiraban a una mejor calidad de vida, Brugada propone convertir a la CDMX en una ciudad de clases medias.
Esto significa igualar hacia arriba, no hacia abajo, una idea que contrasta con la retórica morenista de los últimos años y que marca una posible evolución dentro de la izquierda en el país.
El empleo como la mejor política social
Una de las frases más significativas de Brugada en sus primeros 100 días de gobierno ha sido:
“El mejor programa social es un empleo.”
Este enfoque representa un cambio de paradigma en la política pública de la CDMX. En lugar de depender exclusivamente de programas de transferencias económicas, la mandataria apuesta por generar empleos formales y dignos, una estrategia que históricamente ha sido el motor del desarrollo de las sociedades modernas.
El reto, sin embargo, es enorme. La Ciudad de México enfrenta altos niveles de informalidad laboral, problemas de inversión y un mercado de trabajo afectado por la automatización y la crisis económica global.
Para enfrentar este desafío, Brugada ha anunciado la creación de la Agencia de Atracción de Inversiones, cuyo objetivo es generar oportunidades económicas y fortalecer la confianza del sector privado en la capital del país.
Desapariciones, seguridad y un gobierno descentralizado
Otro de los puntos clave en la administración de Clara Brugada es su postura ante las desapariciones en la CDMX.
Uno de los compromisos más relevantes en sus primeros 100 días ha sido la creación de un gabinete especializado en la búsqueda de personas desaparecidas, además de reuniones con colectivos y familiares de víctimas.
Además, Brugada propone rehabilitar 400 módulos de seguridad que actualmente están abandonados y reforzar la presencia policiaca en las zonas más vulnerables.
En términos administrativos, la jefa de Gobierno ha asegurado que se acabó la ciudad centralista. Su estrategia es gobernar desde el territorio y no desde el escritorio, promoviendo una gestión más cercana a las alcaldías y descentralizando los servicios gubernamentales.
Para ello, se ha planteado la creación de Casas de Gobierno en cada alcaldía, lo que facilitará la atención directa a las demandas ciudadanas sin necesidad de que los habitantes tengan que trasladarse hasta el centro de la ciudad.
La gran apuesta: 100 Utopías para la Ciudad de México
Uno de los proyectos insignia de Clara Brugada es la expansión del modelo de Utopías, espacios comunitarios que ofrecen servicios deportivos, culturales, educativos y sociales.
Durante su administración, se planea construir 100 Utopías en toda la CDMX, con el objetivo de acercar actividades recreativas y de formación a sectores que históricamente han estado marginados.
Además, se impulsará la transformación de las escuelas para que se conviertan en centros comunitarios, ofreciendo actividades deportivas, culturales y clases de idiomas a niños y jóvenes.
El reto del agua y la infraestructura urbana
Uno de los problemas más urgentes en la CDMX es el desabasto de agua, y Brugada ha prometido un plan hídrico integral que atienda tanto las necesidades inmediatas como la sustentabilidad a largo plazo.
A esto se suma su objetivo de hacer de la capital una ciudad más conectada y con mejor tecnología, apostando por la digitalización de trámites y la modernización del transporte público.
¿El inicio de una gran utopía o solo buenas intenciones?
Clara Brugada tiene un proyecto ambicioso para la Ciudad de México. Su enfoque en el empleo, la descentralización del gobierno y la creación de espacios comunitarios representan una visión progresista y menos dependiente del asistencialismo radical.
Sin embargo, el éxito de su administración dependerá de su capacidad de ejecución y de los recursos disponibles para cumplir sus promesas. La gran pregunta es: ¿podrá Brugada transformar la CDMX en una ciudad de clases medias o quedará atrapada en la burocracia y las limitaciones presupuestarias?


TE PODRÍA INTERESAR