La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, rechazó rotundamente las versiones que afirmaban que había solicitado al gobierno de Donald Trump una mayor presencia de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en el territorio mexicano. En su conferencia de prensa en Palacio Nacional, Sheinbaum aclaró que el objetivo de las negociaciones con Estados Unidos se centró en fortalecer la cooperación y la coordinación entre ambos países, pero siempre respetando la soberanía nacional.
La polémica surgió a raíz de un acuerdo entre los gobiernos de México y Estados Unidos para suspender los aranceles impuestos por Trump, lo cual generó especulaciones sobre el alcance de la colaboración en materia de seguridad. Sin embargo, Sheinbaum afirmó que su solicitud no incluía el incremento de la presencia de agentes de la DEA en el país.
La negociación sobre los aranceles y la colaboración internacional
El 4 de febrero de 2025, Sheinbaum había informado en su conferencia matutina que el gobierno de Estados Unidos había decidido suspender la aplicación de los aranceles sobre las exportaciones mexicanas a cambio de la colaboración en temas de seguridad, especialmente relacionados con la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, según Sheinbaum, esta colaboración se daría dentro de un marco respetuoso de la soberanía mexicana, lo que significa que no habría un aumento en la presencia de agentes extranjeros en el país.
«No, colaboración, coordinación, con todo el gobierno de Estados Unidos, eso es lo que estamos haciendo. Ahí tienen agencias, pero lo que pedimos es coordinación», explicó Sheinbaum, enfatizando que la relación con la DEA y otras entidades estadounidenses debe ser equitativa y bajo los principios de soberanía.
Creación de grupos de coordinación binacionales
El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, junto con su homólogo estadounidense, Marco Rubio, han comenzado a hablar sobre la creación de grupos de coordinación entre las autoridades y agencias de seguridad de México y Estados Unidos. Este modelo de cooperación tiene como objetivo mejorar la seguridad en ambos países mediante la implementación de estrategias conjuntas sin que esto implique una violación de la autonomía de México.
Sheinbaum destacó la importancia de estas conversaciones, asegurando que tanto los funcionarios de México como de Estados Unidos están comprometidos a crear una estructura de coordinación efectiva, que permita compartir información y llevar a cabo operativos conjuntos para hacer frente a los grupos criminales, sin que esto implique intervención directa de fuerzas extranjeras.
Rechazo a las versiones sobre la DEA
La presidenta Sheinbaum negó las especulaciones que indicaban que había solicitado directamente al gobierno de Trump una mayor presencia de la DEA en México. Las versiones sugerían que México estaría dispuesta a permitir que los agentes estadounidenses realizaran operativos directos en el país, lo cual fue categóricamente desmentido por Sheinbaum.
«Imagínense que yo haya pedido más presencia de la DEA en nuestro país», declaró Sheinbaum en su conferencia. En su lugar, México continúa exigiendo que cualquier acción de cooperación con Estados Unidos se realice a través de mecanismos de coordinación, en los cuales se respeten las normativas y leyes mexicanas. Para la mandataria, la colaboración no debe interpretarse como una intromisión en los asuntos internos de México, sino como una alianza estratégica para combatir el crimen organizado.
El papel de la soberanía en las relaciones bilaterales
Sheinbaum hizo hincapié en la importancia de mantener la soberanía de México, un principio fundamental en su administración. La soberanía nacional implica que México tiene el control sobre sus decisiones internas y no debe permitir que fuerzas extranjeras influyan directamente en asuntos de seguridad pública.
En este sentido, la presidenta subrayó que cualquier estrategia conjunta con Estados Unidos debe respetar las leyes de México, incluyendo el marco legal para el trabajo de las fuerzas de seguridad nacionales. Así, la colaboración con agencias como la DEA se llevará a cabo de manera regulada y dentro de los parámetros legales establecidos por las autoridades mexicanas.
Implicaciones para la política exterior de México
Este episodio también pone de relieve los desafíos que enfrenta México en su relación con Estados Unidos, especialmente en temas sensibles como la lucha contra las drogas y el crimen organizado. Si bien la cooperación binacional es fundamental para ambos países, el respeto a la soberanía mexicana sigue siendo un tema clave que la administración de Sheinbaum continuará defendiendo.
Además, la postura del gobierno mexicano refleja una postura firme en cuanto a la autonomía de sus políticas internas, y subraya la importancia de mantener un equilibrio entre cooperación internacional y autonomía estatal. Este equilibrio será esencial para asegurar una relación bilateral constructiva y respetuosa en el futuro
Conclusión
La colaboración entre México y Estados Unidos en temas de seguridad continúa siendo una de las prioridades de la administración de Sheinbaum. Sin embargo, la presencia de la DEA en México, como se había sugerido en algunas versiones, ha sido rechazada por la presidenta, quien insistió en que cualquier acción conjunta debe llevarse a cabo dentro del marco de la soberanía de México.
A medida que avanza la cooperación binacional, es fundamental que ambas naciones continúen dialogando para crear estrategias efectivas que permitan enfrentar los retos comunes, respetando las leyes y principios de autonomía de cada país. La relación bilateral entre México y Estados Unidos seguirá siendo una pieza clave en la lucha contra el crimen organizado, pero siempre bajo el principio fundamental de soberanía nacional.
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