La mayor operación policial en la historia de Río de Janeiro contra el grupo narco Comando Vermelho (CV) dejó un saldo oficial de 119 muertos, incluyendo cuatro policías, y conmocionó a la ciudad por la magnitud de la violencia en esta región de Brasil.
Las imágenes más impactantes se registraron en la favela Penha, donde se alinearon 56 cadáveres para su identificación por familiares, generando indignación y controversia por posibles ejecuciones sumarias.
Operativo en Río de Janeiro
Aproximadamente 2,500 policías y soldados participaron en la redada denominada “Operación Contención”, durante la cual 113 presuntos delincuentes fueron detenidos, y se decomisaron 93 rifles y más de media tonelada de drogas. La acción tuvo lugar en los complejos de Penha y Alemão, donde los narcotraficantes respondieron utilizando drones equipados con granadas, en un enfrentamiento que autoridades calificaron de “escenario de guerra”.
El gobernador de Río, Claudio Castro, defendió la operación como un éxito, mientras organismos de derechos humanos y la ONU exigieron investigación inmediata sobre las muertes, ante posibles ejecuciones extrajudiciales.
La ciudad se vio paralizada tras los enfrentamientos, con calles desiertas y ciudadanos temerosos de salir de sus casas. Algunos vecinos denunciaron que personas que se entregaron a la policía fueron asesinadas, aumentando la controversia sobre la operación.
El Comando Vermelho
El CV, fundado en la década de 1970, es considerado una amenaza nacional y trasnacional, con presencia en países como Bolivia y vínculos con narcotraficantes colombianos. Mantiene rivalidades con otras facciones brasileñas, como el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Terceiro Comando Puro (TCP).
El operativo se realizó tras un año de investigación, y su saldo mortal evidencia un patrón creciente de violencia urbana: en 2024, 700 personas murieron en intervenciones policiales en Río, un promedio de casi dos por día.
Con información de La Nación
TE PODRÍA INTERESAR