Mientras los disturbios sociales sacudían el Reino Unido en 2024, una amenaza aún más peligrosa florecía en las sombras de Internet. Según una investigación de The Guardian, grupos de extrema derecha británica fueron manipulados para hostigar a exiliados de Hong Kong, refugiados que habían escapado de la represión de Beijing.
Uno de los blancos principales fue Finn Lau, activista prodemocracia. Un día, al despertar, descubrió que su nombre y antiguas direcciones personales circulaban libremente en redes como X y Telegram. “Sentí un terror indescriptible”, relató.
¿Quién está detrás? Las pistas que apuntan a Beijing
La investigación encontró más de 150 mensajes en 72 horas, provenientes de 29 cuentas sospechosas. Expertos de Graphika señalaron patrones similares a otras operaciones atribuidas al Ministerio de Seguridad Pública de China.
Aunque el gobierno chino negó cualquier participación, el historial de hostigamiento a disidentes fuera de sus fronteras despierta serias dudas.
Nathan Law, otra figura central, también fue blanco de estas amenazas. Exiliado tras la promulgación de la Ley de Seguridad Nacional en 2020, Law se ha convertido en un símbolo de la resistencia hongkonesa a nivel global.
Estrategias de intimidación: del doxxing al terror psicológico
Entre las tácticas empleadas destaca el doxxing, la divulgación maliciosa de datos personales para fomentar ataques físicos. Las cuentas falsas llegaron incluso a compartir mapas y ubicaciones de los activistas.
Laura Harth, de Safeguard Defenders, explica: «No solo buscan silenciar, sino quebrar la voluntad de los disidentes y desmoralizar a toda la diáspora».
El impacto en la diáspora y la respuesta británica
Para activistas como Lau y Law, la vida en Reino Unido se ha transformado en un ejercicio constante de hipervigilancia. Aunque las autoridades británicas reconocen la gravedad de la amenaza, hasta ahora no se han reportado avances significativos en las investigaciones.
Dan Jarvis, ministro de Seguridad, afirmó: “El Reino Unido no tolerará la represión transnacional”, aunque admitió que los desafíos son inmensos.
En un contexto de polarización política, crisis económica y descontento social, la extrema derecha británica resulta un terreno fértil para maniobras de manipulación extranjera.
Más allá de Hong Kong: un patrón global de autoritarismo
Los analistas advierten que este tipo de operaciones no son exclusivas de China. Rusia y otros regímenes autoritarios han empleado estrategias similares para sembrar discordia en democracias occidentales.
«Los llamados ‘tontos útiles’ del autoritarismo no solo atacan a los disidentes, atacan la cohesión misma de nuestras sociedades», advirtió Gregory Davis, de Hope Not Hate.
En definitiva, para los exiliados hongkoneses, la lucha no termina al escapar de su país: continúa cada día, contra un enemigo que no respeta fronteras ni derechos fundamentales.
Síguenos en nuestro perfil de X La Verdad Noticias y mantente al tanto de las noticias más importantes del día.
TE PODRÍA INTERESAR