El Colegio de México (COLMEX) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) han tomado una decisión histórica: suspender sus convenios de colaboración con universidades israelíes. Este acto no solo refleja su compromiso con la excelencia académica, sino también con los valores fundamentales de derechos humanos y justicia internacional.
En un contexto donde el Estado de Israel enfrenta acusaciones de genocidio y apartheid contra el pueblo palestino, estas instituciones mexicanas se suman a un movimiento global que exige responsabilidad ética en las relaciones académicas internacionales.
Universidades israelíes y su vínculo con la ocupación
El papel de las universidades en el conflicto
Investigaciones han documentado cómo universidades como la Universidad Hebrea de Jerusalén, la Universidad de Tel Aviv y la Universidad de Ben Gurion mantienen estrechos vínculos con el ejército israelí y los aparatos de inteligencia. Estas instituciones:
- Acogen bases militares en sus campus.
- Participan en la formación de las fuerzas armadas.
- Patrocinan asentamientos ilegales, violando el derecho internacional.
Un ejemplo alarmante es el Institute for National Security Studies, ubicado en una universidad israelí, que diseñó la doctrina Dahiya, promoviendo tácticas de fuerza desproporcionada que infringen sufrimiento a la población civil.
La postura de COLMEX y CIDE: Ética ante todo
Compromiso con los derechos humanos
El COLMEX y el CIDE han dejado claro que la colaboración académica no puede desvincularse de la ética. Sus decisiones se basan en principios que priorizan el respeto al derecho internacional humanitario y la defensa de los derechos humanos.
Una acción global
Estas instituciones mexicanas no están solas. Universidades de España, América Latina y otros países han tomado medidas similares, exigiendo que las instituciones israelíes se desvinculen de prácticas y apoyos que perpetúan la ocupación y el genocidio.
Genocidio en Palestina: Una realidad innegable
Evidencia y contexto
La ocupación israelí ha sido calificada como genocida por diversos organismos y activistas de derechos humanos. Entre las acciones denunciadas están:
- La destrucción de infraestructura palestina.
- El desplazamiento forzado.
- Los ataques a instituciones educativas en Palestina.
Estas prácticas no solo violan derechos fundamentales, sino que amenazan con convertir el derecho internacional en una mera formalidad.
La normalización del genocidio a través de la educación
Al mantener lazos con estas universidades, se corre el riesgo de legitimar y normalizar las acciones del Estado israelí, lo que refuerza la ocupación y perpetúa el sufrimiento del pueblo palestino.
¿Qué sigue para el COLMEX y el CIDE?
Ambas instituciones mexicanas han demostrado que la educación no puede ser neutral ante la injusticia. Su decisión envía un mensaje claro: la excelencia académica no está por encima del compromiso con la humanidad.
Esta postura abre la puerta a nuevas colaboraciones con universidades y centros de investigación que compartan los mismos valores de ética, justicia y derechos humanos.
Un llamado a la conciencia colectiva
El COLMEX y el CIDE han dado un paso valiente, coherente con sus principios fundacionales. Su decisión de romper lazos con universidades israelíes pone en el centro de la discusión la responsabilidad ética de las instituciones educativas frente a violaciones de derechos humanos.
Poner fin al genocidio y la ocupación en Palestina es una tarea colectiva. El ejemplo de estas universidades mexicanas demuestra que la academia puede y debe ser un agente de cambio en la búsqueda de justicia global.
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