La fecha estaba marcada en rojo: 1 de febrero de 2025. Ese día, la administración de Donald Trump activaría un arancel del 25% sobre productos mexicanos. Sin embargo, la Casa Blanca suspendió la medida de último minuto. ¿Qué pasó?
La respuesta es tan sorprendente como cotidiana: el aguacate y el Super Bowl.
Cada año, México exporta más de 110 mil toneladas de aguacate a EE.UU. durante la semana previa al Super Bowl. La salsa de guacamole no es solo una tradición; es un negocio de miles de millones de dólares. Un incremento repentino en su precio habría sido un desastre político para Trump en su primera gran prueba económica desde su regreso a la presidencia.
En otras palabras, el alimento más mexicano del Super Bowl pudo más que la retórica proteccionista.
El factor Super Bowl: el evento que detuvo los aranceles
Datos clave sobre el impacto del aguacate en el Super Bowl:
- El guacamole es el snack estrella del evento: supera a las alitas, papas y hamburguesas.
- El 80% del aguacate que consume EE.UU. proviene de México.
- Los estadounidenses consumen en promedio 4 kg de aguacate per cápita al año, la mayor parte durante este evento.
- Un aumento en los precios del aguacate habría impactado directamente a los consumidores de clase media y baja, la base política de Trump.
Trump no podía permitirse ese golpe a su popularidad y, sin reconocerlo abiertamente, encontró una excusa para pausar los aranceles.
El mensaje de Trump: negociaciones con Sheinbaum y el despliegue en la frontera
Apenas se tomó la decisión de posponer la medida, Trump lanzó un tweet con su característico tono de showman, mencionando que había tenido una “charla amistosa” con la presidenta Claudia Sheinbaum y que México había accedido a desplegar 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera.
Pero, ¿qué hay detrás de este mensaje?
- La medida de seguridad ya estaba prevista antes de la amenaza arancelaria.
- Trump presentó la suspensión como una victoria política para su administración.
- El trasfondo real es que el aumento de precios en los supermercados estadounidenses podría haber afectado su aprobación pública.
En términos prácticos, México ganó tiempo, pero la amenaza sigue latente.
¿Realmente Trump puede prescindir de México?
La decisión de suspender los aranceles pone en evidencia un hecho clave: la economía estadounidense depende profundamente del comercio con México.
¿Qué pasaría si México dejara de exportar?
- Precios más altos para los consumidores estadounidenses.
- Desabasto en supermercados y restaurantes.
- Pérdidas millonarias para empresas de EE.UU.
- Impacto negativo en el empleo en ambos países.
México no es solo un proveedor de bienes, sino una parte clave de la economía estadounidense.
¿Qué sigue? ¿Se extenderá el plazo?
El aplazamiento de un mes es solo un respiro temporal. La pregunta es: ¿qué pasará cuando termine el plazo?
Escenarios posibles:
- Trump extiende nuevamente la suspensión para evitar más impactos en su economía interna.
- México y EE.UU. llegan a un acuerdo comercial más amplio que evite la guerra de aranceles.
- Trump vuelve a usar la amenaza de aranceles para presionar en otras negociaciones (como migración o fentanilo).
Si bien el guacamole y el Super Bowl frenaron el golpe en esta ocasión, la estrategia de Trump sigue siendo impredecible.
La política económica no puede ignorar la realidad del mercado
Más allá del discurso proteccionista de Trump, las cadenas de suministro entre México y EE.UU. están demasiado integradas como para romperse de un día para otro.
Claves del conflicto comercial México-EE.UU.:
- El comercio bilateral es vital para la economía de ambos países.
- El Super Bowl dejó en evidencia el poder de la interdependencia entre las economías.
- Trump pospuso los aranceles, pero la amenaza sigue presente.
México ganó un mes más, pero la negociación sigue en juego. ¿Será solo el inicio de una larga batalla comercial?
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