En un tema que cruza fronteras, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo acusó al empresario Ricardo Salinas Pliego de incurrir en defraudación fiscal internacional, luego de que se revelara que pagó una fianza de 25 millones de dólares en Nueva York para evitar ser detenido.
La mandataria explicó que el conflicto surgió tras la venta de una telefónica por parte del magnate mexicano, operación en la que —según dijo— no se informaron todas las condiciones fiscales. “Es una defraudación, una venta sin transparencia. Hay que pagar las deudas”, afirmó la presidenta en conferencia de prensa.
La fianza millonaria en Nueva York
El caso se originó en un tribunal estadounidense, donde la empresa compradora de la telefónica denunció que la operación se realizó con deudas fiscales no declaradas. Para no ser arrestado, Salinas Pliego debió cubrir una fianza que ascendió a 25 millones de dólares, cifra que revela la magnitud del litigio.
El trasfondo de la venta y las deudas ocultas
De acuerdo con la versión oficial, la transacción no contempló la totalidad de las obligaciones fiscales pendientes. Para Sheinbaum, este hecho constituye un ejemplo de cómo algunos empresarios han evadido sus responsabilidades tributarias tanto en México como en el extranjero.
Litigios pendientes con el SAT en México
El señalamiento presidencial llega en medio de los litigios que mantiene el SAT contra las empresas de Salinas Pliego, a quienes reclama deudas millonarias por impuestos no cubiertos desde sexenios pasados. La batalla legal en territorio mexicano continúa abierta y podría intensificarse tras esta nueva acusación.
Implicaciones políticas y económicas del caso
El enfrentamiento entre el gobierno y uno de los empresarios más influyentes del país no solo refleja la pugna por los adeudos fiscales, sino que también marca un precedente en la relación entre poder político y económico. El mensaje de Sheinbaum parece claro: las deudas fiscales deben saldarse, sin importar el tamaño del empresario o el país en que surja el litigio.


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