México cumplirá con la entrega de agua pactada con Estados Unidos
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó que México cumplirá este año con la entrega de agua pendiente a Estados Unidos, en el marco del Tratado de 1944, gracias al incremento de lluvias que se registró en los últimos meses.
Durante su conferencia de prensa matutina, la mandataria descartó cualquier riesgo de incumplimiento y aseguró que la cooperación entre ambos países continúa firme a través de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Lluvias alivian la deuda hídrica del Río Bravo
Sheinbaum explicó que, aunque el ciclo quinquenal del acuerdo se venció el pasado 24 de octubre, México adeudaba alrededor del 52% del volumen comprometido, cifra que se redujo considerablemente gracias a las intensas precipitaciones.
“Como hubo un periodo de sequía muy largo, de casi cinco años, había una deuda de México frente al acuerdo de 1944. Pero ahora, con la lluvia que ha caído, se garantiza el cumplimiento”, declaró la presidenta.
Las lluvias recientes incrementaron los niveles de presas y ríos en el norte del país, permitiendo estabilizar el caudal del Río Bravo, que alimenta gran parte de la frontera entre México y Estados Unidos.
Coordinación con estados fronterizos y autoridades de EE.UU.
La mandataria subrayó que el cumplimiento del tratado ha sido posible gracias a la coordinación permanente con los gobernadores de Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, entidades clave en la administración del recurso hídrico.
“Hay una mesa de trabajo permanente y se acordó la entrega de agua aprovechando que hay más disponibilidad”, explicó Sheinbaum.
Asimismo, destacó el papel de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en el diálogo con su contraparte estadounidense para mantener la cooperación técnica y diplomática en torno al manejo del agua fronteriza.
Sin afectaciones al consumo humano ni agrícola
Sheinbaum garantizó que la entrega del recurso no afectará el consumo doméstico ni las actividades agrícolas en las regiones del norte del país.
“Ahora llovió tanto este año que ya no se va a requerir, de aquí a diciembre, el riego como se hubiera necesitado en otras épocas”, precisó.
Con ello, la presidenta buscó transmitir tranquilidad a los agricultores y comunidades que dependen del agua del Río Bravo, asegurando que México podrá cumplir su compromiso internacional sin poner en riesgo su seguridad hídrica.
Un compromiso con la cooperación y la sostenibilidad
El Tratado de Aguas de 1944 ha sido uno de los pilares más duraderos en la relación bilateral entre México y Estados Unidos. A través de él, ambos países acuerdan el reparto equitativo de los flujos del Río Bravo y el Río Colorado, lo que garantiza la estabilidad en regiones agrícolas y urbanas de ambos lados de la frontera.
El gobierno de Sheinbaum reafirma con este cumplimiento su compromiso con la cooperación internacional y la sostenibilidad, fortaleciendo la confianza en los mecanismos bilaterales que regulan uno de los recursos más sensibles para el desarrollo: el agua.
El agua, símbolo de resiliencia y unidad
Más allá de los números y tratados, la reciente recuperación de los niveles hídricos en el país simboliza la capacidad de México para adaptarse a las adversidades climáticas y responder con responsabilidad a sus compromisos globales.
Las lluvias que devolvieron vida a los ríos y presas del norte no solo representaron alivio para las comunidades agrícolas, sino también un recordatorio del poder de la naturaleza y de la necesidad de protegerla.
México, que durante años enfrentó la sombra de la sequía, ahora muestra que la gestión eficiente y la cooperación entre niveles de gobierno pueden transformar la vulnerabilidad en oportunidad.


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