Jóvenes Construyendo el Futuro: El inicio de un camino con incertidumbre
Un aumento significativo marcó el inicio de 2025 para los beneficiarios de Jóvenes Construyendo el Futuro: ahora recibirán 8,480 pesos mensuales, alineados con el nuevo salario mínimo. Este programa, que comenzó en el sexenio pasado, busca capacitar a personas de 18 a 29 años que no estudian ni trabajan, abriéndoles camino en el mercado laboral formal.
Sin embargo, la pregunta sigue latente: ¿Qué sucede después de los 12 meses de capacitación?
La promesa del programa y sus desafíos
Jóvenes Construyendo el Futuro fue creado con un objetivo claro: combatir la deserción laboral y evitar que los jóvenes caigan en la informalidad o el crimen organizado. En palabras del expresidente que lo impulsó, la meta era “becarios sí, sicarios no”.
- Beneficios clave:
- Salario mensual equivalente al mínimo vigente.
- Seguro médico otorgado por el IMSS.
- Capacitación laboral en empresas, talleres, negocios y asociaciones civiles.
A pesar de los esfuerzos, una pregunta crucial persiste: ¿realmente el programa garantiza empleo una vez que concluye?
¿Qué tan efectivas son las oportunidades tras el programa?
Según declaraciones oficiales, siete de cada diez jóvenes inscritos en el programa son contratados al finalizar la capacitación. Sin embargo, un estudio realizado por expertos del Cinvestav, la UNAM, el Tecnológico de Monterrey y la Universidad Iberoamericana contradice estas cifras, indicando que solo cuatro de cada diez encuentran empleo formal.
Este desfase en los datos genera dudas sobre la efectividad del programa en cuanto a inserción laboral. Además, las expectativas salariales de los jóvenes que concluyen el programa suelen chocar con la realidad del mercado laboral, donde las ofertas iniciales suelen ser inferiores al salario que recibieron durante su capacitación.
¿De aquí, a dónde? La incertidumbre de los beneficiarios
Para los jóvenes que terminan su participación en el programa, la pregunta “¿de aquí, a dónde?” no es solo retórica.
- Dificultades para encontrar empleo:
- La falta de seguimiento después de la capacitación complica la inserción laboral.
- Empresas pequeñas o talleres, que son los principales centros de capacitación, suelen tener limitadas opciones de contratación definitiva.
- Expectativas salariales:
- Con el nuevo salario mínimo, los beneficiarios reciben 8,480 pesos mensuales. Sin embargo, al buscar empleo, enfrentan ofertas iniciales mucho menores, lo que puede desincentivar su entrada al mercado formal.
¿Qué sigue para Jóvenes Construyendo el Futuro?
El reto principal para el programa es asegurar que los jóvenes no solo reciban capacitación, sino que encuentren un camino laboral sostenible al concluir.
- Posibles mejoras:
- Crear un sistema de seguimiento personalizado para los egresados del programa.
- Establecer alianzas con empresas que garanticen empleos formales a largo plazo.
- Fomentar políticas públicas que incentiven a las empresas a contratar jóvenes capacitados.
Un futuro incierto, pero con potencial
A pesar de las críticas, Jóvenes Construyendo el Futuro tiene el potencial de transformar la vida de miles de jóvenes. Pero para que esto ocurra, es vital que el programa evolucione, ofreciendo un puente real hacia el mercado laboral formal y asegurando que la inversión en capacitación no quede en un esfuerzo aislado.


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