sábado, diciembre 20, 2025

Inundaciones en México: Sube a 80 los fallecidos y 18 desaparecidos en cinco estados

Las autoridades federales reportan 119 municipios intervenidos, más de 92 000 viviendas censadas y apoyos en marcha para los afectados.

Hace apenas dos semanas, la vida de miles de familias en los estados de Veracruz, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro cambió drásticamente. Lluvias torrenciales, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra arrastraron comunidades enteras. Este viernes, el reporte oficial elevó la cifra de fallecidos a 80 y mantiene 18 personas en calidad de no localizadas. Las escenas que vivimos hoy son de dolor, reconstrucción y esperanza, mientras el país enfrenta un nuevo desafío de resiliencia.

El saldo de la emergencia

Las inundaciones y los deslaves no se limitaron a unas pocas localidades: se extendieron por 119 municipios, según informó la titular de la Secretaría de Bienestar. Hasta ahora, 92 024 viviendas han sido censadas en el marco de la emergencia, lo que da una idea de la magnitud del impacto.
En Veracruz ya se registran 35 muertos; Hidalgo reporta 22; Puebla 22; y en Querétaro al menos 1 fallecido. En total, cinco estados concentran la tragedia.
Los servicios básicos han sido restablecidos en la gran mayoría: el suministro eléctrico al 99.82 % de las comunidades afecta­das; solo en Hidalgo quedan 466 usuarios sin servicio. Asimismo, de las 288 comunidades que estaban incomunicadas al inicio, ya 202 han sido comunicadas nuevamente.

¿Por qué ocurrió esta catástrofe?

La respuesta es múltiple: por un lado, la combinación de lluvias atípicamente intensas en regiones de montaña y valles; por otro, la vulnerabilidad acumulada por falta de infraestructura adecuada, deficiencias en la gestión de riesgos y una alertas que no alcanzaron a frenar la catástrofe.
Según un análisis de IPS Noticias, de los 111 municipios afectados, solo una quinta parte tenía actualizado un atlas de riesgos; muchos carecían incluso de dicho instrumento, lo que redujo la capacidad de prevención.
La orografía, las cuencas de ríos saturadas, los escurrimientos repentinos y los flujos de lodo contribuyeron a que zonas antes consideradas seguras quedaran bajo el agua en cuestión de horas.

Impacto humano y comunitario

Detrás de los números están los rostros de la tragedia: familias que perdieron sus hogares, niños que no les queda espacio para jugar salvo entre escombros, comunidades enteras que quedaron aisladas. Se calcula que decenas de miles de viviendas resultaron afectadas; en Veracruz, por ejemplo, más de 52 000 fueron censadas.
La interrupción de comunicación, la pérdida de bienes, la incertidumbre sobre los desaparecidos —18 hasta ahora— y el temor a nuevas lluvias agravan la carga emocional. Cada municipio que emerge de la crisis lo hace cargando una historia de supervivencia, solidaridad y reconstrucción.

Respuesta gubernamental y apoyos en marcha

En la conferencia matutina presidencial, la secretaria de Bienestar anunció que ya se entregaron 36 358 apoyos iniciales, consistentes en 20 000 pesos y vales para despensas y enseres domésticos.
Además, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) confirmó que el servicio eléctrico está restablecido al 100 % en Veracruz, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro; en Hidalgo solo faltan 466 usuarios.
Por su parte, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes reportó que ya 202 de 288 comunidades que estaban incomunicadas han sido intervenidas. Esto demuestra avances, pero también que la reconstrucción será amplia y prolongada.

Desafíos hacia adelante

La emergencia está contenida en gran parte, pero aún hay mucho por hacer. Las viviendas dañadas requieren reparación profunda, las comunidades aisladas necesitan acceso permanente, y la prevención de futuros desastres acusa claras lagunas.
El hecho de que muchos municipios no contaran con atlas de riesgos o que estos estuvieran desactualizados es una alarma que se vuelve política pública. Recuperar infraestructura, reforzar cuencas, mejorar drenajes y articular protocolos de alerta temprana debe ser una prioridad.
Y, sobre todo, acompañar a quienes perdieron todo con acompañamiento psicológico, garantías de reubicación segura y oportunidades de reconstrucción digna.

¿Qué pueden hacer los ciudadanos?

  • Estar informados: revisar los boletines oficiales sobre alertas meteorológicas y zonas de riesgo.
  • Preparar un plan de emergencia familiar: ruta de evacuación, documentos importantes en bolsa impermeable, provisiones básicas.
  • Contribuir a la reconstrucción: apoyar con donativos sólo a organismos reconocidos y transparentes, y evitar cadenas difusoras de información falsa.
  • Vigilar que los apoyos lleguen: en muchas ocasiones el soporte prometido tardará, y es clave que la comunidad esté activa en el seguimiento de la entrega.
  • Exigir rendición de cuentas: que los instrumentos de prevención (atlas de riesgos, planes de contingencia) se actualicen y se apliquen.

Las lluvias e inundaciones que azotaron estos cinco estados mexicanos no sólo dejaron un saldo de 80 muertos y 18 desaparecidos: pusieron al descubierto la vulnerabilidad colectiva ante fenómenos extremos. Pero también activaron la solidaridad, la respuesta institucional y la urgencia de prevenir lo imprevisible.

Georgina Balam
Georgina Balam
Georgina Balam es nuestra editora experta en la sección de Espectáculos y Entretenimiento. Con una sólida experiencia en la creación de contenido digital, se distingue por ofrecer información veraz y oportuna a nuestra audiencia. Su conocimiento y autoridad en la industria del entretenimiento aseguran que nuestros lectores reciban las noticias más fiables y actualizadas.
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