La Suprema Corte le da la razón a Sasha Sokol y declara que el abuso sexual no prescribe. Descubre por qué esta victoria legal es un terremoto para la impunidad en México.
La Suprema Corte de Justicia ha hablado: el abuso sexual es un delito que no caduca. Al ratificar la condena contra Luis de Llano por el caso de Sasha Sokol, la justicia mexicana ha sentado un precedente histórico que abre la puerta a miles de víctimas silenciadas por el tiempo.
Durante décadas, una de las herramientas más eficaces de la impunidad en México ha sido el reloj. La figura legal de la «prescripción» actuaba como un escudo para los abusadores: si la víctima no denunciaba dentro de un plazo determinado, el delito, para efectos legales, simplemente dejaba de existir. Esa era de impunidad cronometrada ha llegado a su fin.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha ratificado la condena civil contra el productor de televisión Luis de Llano por el daño moral derivado del abuso sexual que cometió en contra de la cantante Sasha Sokol cuando ella era menor de edad. Pero el impacto de esta decisión trasciende por mucho a las dos figuras públicas involucradas. El núcleo del fallo es una declaración revolucionaria para la justicia mexicana:
este tipo de delitos son imprescriptibles.
Esto significa que, sin importar cuántos años o décadas hayan pasado, el derecho de una víctima a buscar justicia y reparación del daño permanece intacto.
Un Terremoto Legal Contra la Impunidad
La decisión de la Corte es un verdadero terremoto legal. Reconoce una verdad que las víctimas y los psicólogos han sabido siempre: el trauma del abuso no tiene fecha de caducidad. El miedo, la vergüenza, la manipulación y el shock postraumático a menudo impiden que una víctima, especialmente si fue abusada en la niñez o adolescencia, pueda procesar y denunciar lo ocurrido de manera inmediata.
: «Este es un precedente que sienta las bases para que otras víctimas, que han vivido en silencio, encuentren el valor y el respaldo legal para alzar la voz. La justicia no debe tener fecha de vencimiento», celebró Sasha Sokol tras conocer el fallo histórico.
Al eliminar la prescripción, la SCJN dinamita uno de los pilares sobre los que se sostenía la impunidad sistémica en México. Envía un mensaje contundente a los abusadores: el paso del tiempo ya no los protegerá. Y, aún más importante, envía un mensaje de esperanza a incontables víctimas que habían asumido que su oportunidad de justicia se había perdido para siempre.
: Una imagen gráfica con una balanza de la justicia y un reloj rompiéndose, con la frase «El abuso no prescribe».
El Poder de una Voz y el Cambio Cultural
El caso de Sasha Sokol y Luis de Llano es un ejemplo paradigmático del poder que tiene una voz valiente para catalizar un cambio social y legal. Cuando Sokol hizo pública su historia, no solo expuso su propio trauma, sino que también puso sobre la mesa una conversación incómoda pero necesaria sobre las dinámicas de poder, el abuso en la industria del entretenimiento y la normalización de relaciones de poder asimétricas con menores de edad.
La ratificación de la condena por parte de la máxima corte del país legitima su lucha y la de miles de personas. Este fallo no solo reconfigura el panorama legal, sino que también impulsa un cambio cultural. Fortalece movimientos como el #MeToo en México, al darles un respaldo institucional sin precedentes.
A partir de ahora, cualquier persona que haya sufrido abuso, sin importar hace cuánto tiempo, tiene una nueva y poderosa herramienta legal a su disposición. Se espera que esta decisión pueda desatar una ola de denuncias de casos que se consideraban legalmente «cerrados» o «caducados», obligando a la sociedad y al sistema de justicia a enfrentar verdades incómodas que han permanecido ocultas por demasiado tiempo. La victoria de Sasha Sokol no es solo suya; es la victoria de una sociedad que empieza a entender que para sanar, primero hay que hacer justicia, sin importar cuánto tiempo tome.
: ¿Crees que este fallo realmente cambiará la forma en que se trata el abuso en México y animará a más víctimas a denunciar?
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