Autoridades estatales confirmaron oficialmente la presencia de marea roja en la costa de Yucatán, específicamente en el tramo comprendido entre Progreso y Celestún.
El anuncio se dio tras analizar muestras recolectadas el pasado 9 de agosto, que arrojaron concentraciones superiores a los límites permitidos de microalgas tóxicas, como Prorocentrum lima y Pyrodinium bahamense.
Ambas especies de microalgas representan un riesgo para la salud humana, por lo que el Comité Interinstitucional de Seguimiento y Evaluación de Marea Roja 2025 declaró de manera unánime el inicio de un evento de Florecimiento Algal Nocivo (FAN), comúnmente conocido como marea roja.
Acciones preventivas
Como parte de las acciones inmediatas, se estableció una veda sanitaria general para todas las especies marinas en la zona afectada, la cual incluye la pesca ribereña hasta 40 kilómetros mar adentro. Además, se mantendrá un monitoreo constante de las condiciones marinas.
El Comité también exhortó a la población a evitar bañarse en el mar en las zonas afectadas, debido al riesgo de irritaciones en piel, ojos o vías respiratorias, especialmente en niñas y niños. Asimismo, se pidió no recolectar animales marinos que lleguen a la orilla.
Las brigadas de Protección Civil (Procivy), Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Secretaría de Salud (SSY), Secretaría de Marina (Semar) y los Ayuntamientos continuarán con labores de vigilancia y atención en las playas yucatecas.
El Gobierno del Estado reiteró su compromiso de proteger la salud de la población y continuará coordinando esfuerzos interinstitucionales mientras dure la contingencia.
UN RIESGO QUE NO DEBE IGNORARSE
Ante la confirmación de marea roja en la costa de Yucatán, autoridades y expertos alertan sobre los riesgos de ingresar al mar durante este fenómeno, provocado por la proliferación de microalgas tóxicas como Prorocentrum lima y Pyrodinium bahamense, cuyas toxinas pueden afectar la salud humana incluso sin consumir productos del mar.
Nadar en aguas contaminadas puede causar irritación en la piel, problemas oculares y complicaciones respiratorias, especialmente en personas con asma u otros padecimientos. Las toxinas se dispersan también por el aire, lo que agrava los síntomas en zonas costeras afectadas.
Niñas, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas forman parte de los grupos más vulnerables. Además, al ignorar las recomendaciones, se corre el riesgo de transportar las toxinas en ropa y objetos personales, lo que puede afectar a más personas fuera del área inmediata.
Las autoridades reiteran el llamado a evitar cualquier actividad acuática mientras dure la alerta por marea roja. Se mantienen brigadas informativas y vigilancia sanitaria en playas, y se pide a la población seguir las indicaciones oficiales para proteger la salud colectiva.
EVITA CONSUMIR ALIMENTOS DEL MAR
Ante la reciente declaratoria de marea roja en la costa de Yucatán, autoridades sanitarias advierten sobre el grave riesgo que representa consumir productos del mar extraídos en zonas afectadas.
La presencia de microalgas tóxicas como Prorocentrum lima y Pyrodinium bahamense en niveles superiores a los permitidos puede contaminar moluscos, crustáceos y peces, volviéndolos peligrosos para el consumo humano.
Estas toxinas, al ser ingeridas, no se eliminan mediante la cocción ni otros procesos culinarios. En consecuencia, las personas que consumen mariscos contaminados pueden desarrollar intoxicaciones severas, como el síndrome diarreico por mariscos (DSP) o incluso parálisis respiratoria en casos extremos.
Los síntomas pueden incluir náuseas, vómito, diarrea, calambres abdominales, hormigueo en labios y extremidades, dificultad para respirar y, en situaciones graves, pérdida de la conciencia.
Los productos más riesgosos durante una marea roja son los bivalvos, como ostiones, almejas y mejillones, debido a que filtran grandes cantidades de agua y, con ello, acumulan toxinas. Sin embargo, peces y otros organismos marinos también pueden representar un riesgo, especialmente si fueron capturados en aguas contaminadas y comercializados sin controles sanitarios adecuados.
Las autoridades establecieron una veda sanitaria general en la franja costera entre Progreso y Celestún, aplicable a toda la pesca ribereña hasta 40 kilómetros mar adentro. Aun así, se ha detectado venta informal de mariscos en algunas localidades, por lo que se exhorta a la población a evitar su compra y consumo.


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