Un acuerdo con similitudes al pasado
El reciente acuerdo entre la presidenta Claudia Sheinbaum y Donald Trump ha despertado una ola de reacciones tanto en México como en el extranjero. Las circunstancias recuerdan inevitablemente al acuerdo de 2019 entre Andrés Manuel López Obrador y Trump, donde México cedió a la presión estadounidense con tal de evitar aranceles, implementando políticas que llevaron a una militarización fronteriza y a una crisis migratoria sin precedentes.
La historia podría repetirse. La posibilidad del envío de 10,000 tropas a la frontera norte genera dudas sobre si esta es realmente una «nueva estrategia» de seguridad o simplemente la continuidad de políticas previas que han demostrado ser insuficientes para combatir el crimen organizado y la migración irregular.
Un golpe diplomático: La postura de la Casa Blanca
Lo que ha encendido las alarmas no es solo el acuerdo en sí, sino la forma en que la administración estadounidense ha retratado a México en documentos oficiales. La afirmación de que “los cárteles mexicanos tienen una alianza intolerable con el Gobierno de México” no es una simple declaración diplomática; es una acusación que puede tener repercusiones severas en la percepción internacional del país.
Las acusaciones de que el gobierno mexicano protege a los cárteles para facilitar el tráfico de drogas han generado controversia. Si bien hay quienes argumentan que estas declaraciones son infundadas, también existen pruebas y testimonios que sugieren que el crimen organizado ha permeado distintas esferas gubernamentales. ¿Hasta qué punto son ciertas estas acusaciones?
Entre la estrategia de “abrazos, no balazos” y una realidad innegable
La estrategia de «abrazos, no balazos» de AMLO ha sido criticada desde su implementación. La reducción de capturas de líderes criminales, la aparente tolerancia con cárteles en regiones estratégicas y el crecimiento de la violencia generan dudas sobre la postura real del gobierno en la lucha contra el narco.
La percepción de un «narco-Estado» se ha ido fortaleciendo en la opinión pública, no solo en México sino en el extranjero. A esto se suma la narrativa promovida en series como Narcos: México o Emilia Pérez, que refuerzan la idea de que el crimen organizado tiene un papel clave en la política mexicana.
Consecuencias económicas y diplomáticas
Las palabras de Trump no son solo retórica electoral; podrían tener un impacto real en la economía mexicana. Inversionistas internacionales, organismos de crédito y países aliados podrían reconsiderar sus lazos con México si esta percepción negativa persiste.
Un posible debilitamiento de la relación con EE.UU. también podría afectar el T-MEC, generando incertidumbre para el comercio y la inversión extranjera. El peso mexicano, que ha mostrado volatilidad en los últimos meses, podría resentirse aún más.
¿Qué sigue para México?
Más allá de las reacciones inmediatas, el gobierno de Sheinbaum tiene un reto diplomático por delante. Si bien responder con descalificaciones a Trump puede generar respaldo popular, la verdadera solución requiere una estrategia más sofisticada.
Se ha hablado de una campaña internacional para contrarrestar la narrativa de la Casa Blanca, dirigida a mercados clave como Europa, Asia y otras regiones de América Latina. Pero ¿será suficiente para cambiar la percepción global?
Lo cierto es que el acuerdo Sheinbaum-Trump marca un punto de inflexión en la relación bilateral. Si México no maneja bien esta situación, podría enfrentar años de aislamiento diplomático y consecuencias económicas que afectarían a millones de ciudadanos.
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