Durante la conferencia matutina de este martes, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, anunció una ambiciosa meta financiera: reducir la deuda de Pemex en un 26% para el año 2030, como parte de una estrategia integral de capitalización y saneamiento de las finanzas de la petrolera estatal.
«Esta estrategia no solo atiende los vencimientos inmediatos, sino que posiciona a Pemex para operar con solidez y liquidez a partir de 2027», afirmó Amador Zamora.
Deuda en aumento: un legado del periodo neoliberal
El funcionario presentó una gráfica histórica que reflejaba el crecimiento desmedido de la deuda de Petróleos Mexicanos durante las administraciones anteriores. Enfatizó que, entre 2008 y 2018, la deuda de la empresa pasó de 43,300 millones de dólares a 105,800 millones, lo que representó un incremento del 130%.
“¿Qué pasó durante el periodo neoliberal con Pemex? Endeudaron a la empresa más importante del Estado mexicano», subrayó Amador.
El aumento en el saldo de deuda dejó compromisos financieros fuertes, especialmente en 2025 y 2026, años en los que se concentran vencimientos clave que presionan el flujo financiero de la empresa.
Estrategia integral para el rescate financiero
Desde la llegada de la Cuarta Transformación en 2018, el gobierno ha implementado diversas medidas para reducir gradualmente la deuda de Pemex. Según los datos presentados, entre 2019 y el estimado de cierre de 2025, la deuda habrá caído un 16%, gracias a medidas de capitalización, refinanciamiento y apoyo fiscal.
La meta para 2030 es aún más ambiciosa: reducir la deuda total en un 26% con respecto al saldo heredado al inicio del sexenio.
“La visión de esta administración es atender los compromisos de corto plazo, liberar presión financiera y consolidar a Pemex como una empresa sólida y autosustentable”, explicó Amador Zamora.
Pemex 2030: visión de autosuficiencia y liquidez
Este anuncio se alinea con el objetivo del gobierno de Sheinbaum de fortalecer a Pemex como pilar energético de México, en un contexto de transición energética ordenada y soberanía nacional.
El plan contempla que a partir de 2027, la empresa cuente con liquidez suficiente para cubrir sus operaciones sin recurrir a endeudamiento adicional.
En palabras de Amador Zamora:
“Queremos que Pemex esté en condiciones de financiar su gasto operativo sin presiones, con una deuda manejable y sostenible a largo plazo”.
Reacciones y expectativas
Expertos en finanzas públicas consideran que el reto es enorme, pero no imposible, siempre que se mantenga el apoyo gubernamental y una disciplina fiscal estricta. Algunos analistas también señalan que el precio internacional del petróleo y la eficiencia operativa de Pemex serán factores clave para alcanzar estos objetivos.
Por ahora, la reducción proyectada de la deuda es una señal de confianza para los mercados y un mensaje claro sobre el rumbo financiero de la administración Sheinbaum.


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