Si algo hemos aprendido sobre Mr. Beast, es que el mundo de la televisión tradicional no tiene cabida para él. Con un contenido que arrasa en YouTube, donde sus videos más exitosos alcanzan los 686 millones de visitas, no necesita de las plataformas de streaming para mantenerse en el ojo público. Jimmy Donaldson, conocido como Mr. Beast, ha logrado trascender al mundo digital y físico, convirtiéndose en una figura de referencia que va desde el entretenimiento en YouTube hasta sus incursiones en productos de consumo como chucherías y hamburguesas.
Pero a pesar de su éxito arrollador, la estrella de YouTube acaba de firmar un contrato con Amazon Prime Video para crear su propia versión de un fenómeno global: ‘El Juego del Calamar’. Con un presupuesto colosal, Mr. Beast ha creado ‘Beast Games’, un reality inspirado en la famosa serie surcoreana, que promete llevar a los concursantes a situaciones extremas por un premio de 5 millones de dólares.
Beast Games: Una versión de ‘El Juego del Calamar’ con estilo Mr. Beast
El programa, que es una suerte de ‘El Juego del Calamar’ adaptado a la televisión convencional, no esconde su principal fuente de inspiración. En ‘Beast Games’, mil concursantes luchan para ganar un jugoso premio, enfrentándose a una serie de desafíos que requieren tanto habilidades físicas como psicológicas. A lo largo del programa, los concursantes son eliminados uno a uno, hasta que solo queda uno. Un formato familiar, pero con un giro: el premio mayor es de 5 millones de dólares, superando incluso la cifra más alta de ‘El Juego del Calamar: El Desafío’.
A pesar de lo espectacular del premio, las comparaciones con la serie de Netflix son inevitables, y las expectativas son altas. Sin embargo, el reality de Mr. Beast ha sido recibido con una mezcla de entusiasmo y escepticismo. La propuesta es una de las más ambiciosas en la historia de los realities, pero ¿logra ofrecer algo más que solo efectos especiales y millones de dólares en juego?
La falta de narrativa: El mayor defecto de Beast Games
Uno de los problemas más evidentes en ‘Beast Games’ es la falta de una narrativa sólida. A diferencia de otros realities como ‘¿Quién es el topo?’, donde las historias de los concursantes se entrelazan y nos permiten crear una conexión emocional, en ‘Beast Games’ los participantes no tienen una historia. Son solo números. Literalmente. La falta de contexto sobre los concursantes hace que sea difícil identificarse con ellos, y eso disminuye el interés por sus destinos.
Además, el ritmo frenético del programa, que parece estar más enfocado en mostrar el espectáculo que en desarrollar a los personajes, puede resultar confuso para los espectadores. Las pruebas, aunque interesantes en su concepto, caen rápidamente en lo predecible, y el ritmo de eliminación parece más una estrategia para llenar tiempo que una jugada maestra de entretenimiento.
¿Qué le falta a Beast Games? Un enfoque más humano
Aunque el formato tiene potencial, el mayor defecto de ‘Beast Games’ es que se enfoca más en el espectáculo que en los dramas personales de los concursantes. En un programa donde se supone que los participantes están compitiendo por su vida, tanto literal como metafóricamente, es fundamental que los espectadores se preocupen por ellos. Sin embargo, al no contar con historias de fondo que hagan que los concursantes sean algo más que números, el programa se convierte en una sucesión de eliminaciones sin gran impacto emocional.
‘Beast Games’ parece haber olvidado que la razón por la que ‘El Juego del Calamar’ fue un fenómeno global no fue solo su premisa, sino las complejas historias de los personajes involucrados, sus motivaciones y los dilemas éticos que se presentaban a lo largo de la trama. En lugar de explorar la psicología detrás de la competencia, ‘Beast Games’ se queda en lo superficial, apelando a lo espectacular más que a lo sustancioso.
La ética en juego: ¿Vale la pena la crítica?
Aunque Mr. Beast ha sido alabado por muchos por sus esfuerzos filantrópicos y por la cantidad de dinero que reparte en sus videos, ‘Beast Games’ plantea una cuestión ética que no puede ignorarse. ¿Es correcto llevar a personas a situaciones extremas solo por entretenimiento? Al final, el programa se siente como una parodia de los propios dilemas de ‘El Juego del Calamar’. Mientras en la serie surcoreana se hacía una crítica profunda a la desigualdad social y las atrocidades que la pobreza puede llevar a las personas a hacer, en ‘Beast Games’ la tensión y el conflicto se reducen a un simple “juego”.
Este enfoque de “entretenimiento sin límites” podría ser el camino hacia un nuevo tipo de realities, donde lo importante es la ostentación de dinero, fama y espectáculo. Pero es cuestionable si este tipo de contenido es realmente positivo para el espectador y si, en el futuro, seguirá siendo una fórmula efectiva para mantener el interés.
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