IA en videojuegos. Estas tres palabras ya no pertenecen solo al terreno de la especulación futurista. En 2025, se convirtieron en el eje de uno de los debates más intensos de la industria del entretenimiento digital, luego de que Clair Obscur: Expedition 33 fuera coronado como Juego del Año en The Game Awards y confirmara el uso de inteligencia artificial generativa en parte de su proceso creativo.
La victoria del RPG desarrollado por Sandfall Interactive no solo celebró una propuesta artística ambiciosa y una narrativa profunda, sino que también marcó un punto de inflexión: por primera vez, un GOTY reconocido a nivel mundial admitía públicamente haber recurrido a IA como herramienta de desarrollo.
Un Juego del Año que define tendencia
El premio a Mejor Juego del Año suele funcionar como una brújula para la industria. En 2025, Clair Obscur: Expedition 33 se impuso en un contexto de competencia feroz, destacando también en categorías como Dirección, Narrativa, Arte, Música y Juego Indie.
Inspirado en la estética de la Belle Époque y con un sistema de combate por turnos innovador, el título conquistó tanto a la crítica como al público. Sin embargo, días después del triunfo, la conversación cambió de tono cuando el productor François Meurisse confirmó que el estudio había utilizado IA generativa durante el desarrollo.
IA en videojuegos y creatividad: ¿herramienta o amenaza?
La confirmación del uso de IA en videojuegos reavivó un debate que ya se estaba gestando en sectores como el cine, la música y la ilustración digital. ¿Puede una obra seguir considerándose creativa cuando intervienen algoritmos entrenados con datos humanos?
Los críticos de estas tecnologías argumentan que la IA pone en riesgo empleos creativos y diluye la autoría artística. En contraste, sus defensores sostienen que se trata de una herramienta más, comparable a la llegada del modelado 3D o los motores gráficos avanzados.
Sandfall Interactive fue claro: la IA no sustituyó al equipo humano. Según Meurisse, se utilizó de forma limitada para acelerar procesos y explorar posibilidades visuales, mientras que decisiones clave de diseño, narrativa, música, voces y gameplay quedaron en manos de artistas y desarrolladores humanos.
¿Dónde se usó realmente la inteligencia artificial?
El estudio no detalló cada área específica, pero la comunidad detectó en materiales tempranos imágenes generadas por IA que posteriormente fueron reemplazadas. En el producto final, elementos centrales como las actuaciones —aclamadas por la crítica— fueron interpretadas por actores reales.
Esto ilustra una realidad cada vez más común: la frontera entre lo humano y lo algorítmico es difusa. Muchas herramientas modernas de desarrollo ya integran IA de manera invisible, desde iluminación inteligente hasta optimización de animaciones.
El impacto en El Futuro del Trabajo creativo
Aquí es donde el debate trasciende el gaming. El caso de Clair Obscur: Expedition 33 se convierte en un símbolo de El Futuro del Trabajo en industrias creativas.
La IA en videojuegos no necesariamente elimina empleos, pero sí los transforma. Roles tradicionales evolucionan hacia perfiles híbridos: artistas que supervisan IA, diseñadores que curan resultados algorítmicos y creativos que se enfocan más en dirección y concepto que en tareas repetitivas.
Para muchos estudios pequeños, estas herramientas pueden significar democratización del desarrollo, reduciendo costos y tiempos. Para otros, representa la necesidad urgente de redefinir derechos laborales, autoría y ética profesional.
Una obra humana, apoyada por tecnología
Más allá de la polémica, Expedition 33 fue reconocido por su historia existencial, su mundo visual que parece pintado a mano y su música envolvente. El uso de Unreal Engine 5, sumado a herramientas modernas —incluida la IA— permitió crear una experiencia inmersiva que marcó a 2025.
El consenso emergente entre desarrolladores es claro: la IA no reemplaza la visión humana cuando existe una dirección artística sólida. Se convierte en aliada, no en protagonista.
IA en videojuegos: el debate apenas comienza
El triunfo de Clair Obscur: Expedition 33 dejó algo más que un trofeo. Dejó preguntas abiertas sobre creatividad, ética y empleo. La IA en videojuegos ya no es opcional ni marginal: es parte activa del presente y del futuro del sector.
En los próximos años, la industria definirá si estas tecnologías amplifican el talento humano o si profundizan tensiones laborales. Por ahora, una cosa es segura: el Juego del Año 2025 marcó el inicio de una nueva era, donde el debate sobre innovación y trabajo creativo apenas comienza.


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