El auge de las viviendas turísticas en México: Más que un negocio
Las viviendas turísticas han dejado de ser solo una alternativa de hospedaje. En México, este modelo no solo dinamiza economías locales, sino que empodera a miles de familias, diversifica la oferta turística y fortalece pequeñas empresas.
En 2024, este sector generó $16,700 millones de pesos anuales, beneficiando directamente a más de 160 mil familias y creando 48,800 empleos remunerados, de los cuales más del 50% son ocupados por mujeres.
Impacto económico y social: Más allá del hospedaje
Generación de ingresos locales
- Cada vivienda turística aporta $679 millones de pesos al año en derrama económica por la compra de bienes y servicios.
- Fortalece a mipymes locales, como panaderías, servicios de limpieza y talleres de artesanos.
Contribución fiscal
Entre 2017 y 2023, el sector aportó $2,200 millones de pesos en Impuesto sobre Hospedaje (ISH), convirtiéndose en una fuente clave para financiar proyectos sociales y de infraestructura.
Apoyo a las familias mexicanas
El 72.5% de los anfitriones ven estos ingresos como un complemento vital a su economía.
Lecciones internacionales: Regulaciones exitosas que inspiran
En Italia, las autoridades establecieron estancias mínimas de dos noches en zonas de alta densidad turística. Este modelo no solo controla el turismo masivo, sino que genera un impacto positivo en las comunidades locales.
México podría adoptar medidas similares, enfocadas en el turismo sostenible y la integración plena del sector en la economía formal.
AMVITUR: Fomentando el diálogo y la transparencia
La Asociación Mexicana de Viviendas Turísticas (AMVITUR) lidera el camino hacia la regulación y desarrollo equilibrado del sector.
- Colaboración con autoridades: Se han sostenido reuniones con funcionarios como Fadlala Akabani Hneide, Subsecretario de Gobierno de la CDMX.
- Mesas de trabajo: Promovemos políticas fundamentadas en datos y experiencias reales para maximizar los beneficios del turismo.
El futuro: Un turismo inclusivo y sostenible
El potencial de las viviendas turísticas radica en su capacidad de conectar a los visitantes con el alma de las comunidades. Este modelo no solo enriquece la experiencia de los viajeros, sino que crea un círculo virtuoso de desarrollo y bienestar comunitario.
Con el compromiso de actores clave, México puede liderar un turismo que priorice la sostenibilidad, la inclusión y el desarrollo humano.
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