El Presupuesto de Egresos de la Federación 2025, aprobado este jueves en la Cámara de Diputados, marca un momento crucial para las finanzas mexicanas. Con un gasto proyectado de 9.3 billones de pesos y un endeudamiento de 1.2 billones, este plan no solo define cómo se usarán los recursos públicos, sino también cómo afectará el día a día de los ciudadanos.
En un proceso que duró 13 horas, donde más de 1,100 propuestas de la oposición fueron ignoradas, el presupuesto se aprobó sin cambios significativos. La discusión parlamentaria, antaño un espacio para construir consensos, ha sido sustituida por decisiones unilaterales, muchas veces sin considerar las prioridades reales del país.
¿Qué incluye el presupuesto 2025?
El gasto público para el próximo año está dirigido, en gran medida, a los proyectos insignia del gobierno, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la refinería Dos Bocas y el Tren Maya. Estos proyectos, criticados por su falta de rentabilidad y constantes sobrecostos, recibirán una porción considerable del presupuesto.
Mientras tanto, sectores clave como salud, seguridad y medio ambiente parecen quedar en el olvido:
- Salud: Sigue sin resolverse el desabasto de medicamentos, afectando principalmente a niños con cáncer y personas con enfermedades crónicas.
- Seguridad: Pese al aumento de la violencia en muchas regiones, el presupuesto no incluye un plan claro para combatir la delincuencia organizada.
- Energías renovables: En un mundo que avanza hacia la transición energética, México se mantiene rezagado al priorizar proyectos basados en combustibles fósiles.
¿Qué significa la deuda de 1.2 billones de pesos?
El endeudamiento proyectado para 2025 implica que el gobierno gastará más de lo que planea recaudar. Esto podría traducirse en:
- Mayor presión fiscal: En el futuro, los mexicanos podrían enfrentar impuestos más altos para cubrir la deuda.
- Menor inversión social: El pago de intereses y amortización de la deuda limitará los recursos disponibles para programas sociales.
- Incertidumbre económica: La percepción de un manejo irresponsable de las finanzas públicas podría ahuyentar inversiones.
Impacto directo en las familias mexicanas
El presupuesto aprobado refleja decisiones que impactarán directamente a los ciudadanos:
- Mayor gasto familiar: Sin inversión en salud pública, las familias tendrán que seguir cubriendo de su bolsillo medicamentos y consultas.
- Inseguridad persistente: La falta de recursos para combatir la delincuencia perpetuará el clima de violencia en el país.
- Alzas en servicios básicos: La apuesta por energías no renovables podría incrementar los costos de luz y gas.
El populismo del prohibicionismo
En un giro que sorprendió a muchos, el gobierno optó por prohibir la distribución de vapeadores y cigarrillos electrónicos, en lugar de regularlos. Esta medida, que ignora las recomendaciones de expertos y comunidades afectadas, ilustra un enfoque más orientado a cumplir agendas personales que a resolver problemas estructurales.
Un presupuesto sin visión social
El Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 prioriza proyectos emblemáticos sobre las necesidades reales de los mexicanos. Salud, educación, seguridad y medio ambiente quedan relegados, mientras que el endeudamiento compromete el futuro económico del país.
Es momento de exigir transparencia, rendición de cuentas y un uso responsable de los recursos públicos. Solo así podremos garantizar que el dinero de los impuestos se traduzca en beneficios tangibles para la sociedad y no en caprichos políticos.


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