En un país donde el acceso a la justicia sigue siendo un reto, dos eventos recientes, aparentemente desconectados, abren la conversación sobre cómo se trivializan y espectacularizan los procesos legales en México. Por un lado, el conflicto entre la grafóloga Maryfer Centeno y el influencer conocido como Mister Doctor; por otro, la representación del sistema judicial mexicano en la película Emilia Pérez, protagonizada por Zoe Saldaña.
Ambos casos ilustran cómo narrativas simplistas pueden distorsionar la percepción pública de un sistema legal ya de por sí debilitado, dejando fuera problemas estructurales que afectan directamente a quienes más necesitan justicia.
Maryfer Centeno y la grafología: una práctica sin sustento
Me parece una gran conclusión. pic.twitter.com/4iVPbygfVU
— Maryfer Centeno (@Grafocafe) November 29, 2024
El caso Maryfer Centeno, con sus señalamientos sobre el uso de la grafología en procesos judiciales familiares, es un recordatorio alarmante de cómo las pseudociencias se infiltran en un sistema de justicia que debería basarse en evidencia científica.
A pesar de carecer de sustento científico, la grafología se ha empleado como «prueba» en procesos relacionados con la custodia de menores, perpetuando estereotipos dañinos y revictimizando a mujeres en situaciones de violencia.
En casos de violencia de género, esta práctica resulta especialmente peligrosa, pues otorga a los agresores una herramienta para desacreditar a las madres y reforzar dinámicas de poder opresivas. ¿Cómo confiar en un sistema que permite que tales prácticas influyan en decisiones que afectan la vida de las personas?
Emilia Pérez: una mirada distorsionada del sistema judicial
Por otro lado, la película Emilia Pérez refuerza percepciones equivocadas sobre la justicia mexicana al replicar un modelo inspirado en el sistema judicial estadounidense. Una de las escenas más importantes de la película, un juicio liderado por el personaje de Zoe Saldaña, se aleja por completo de la realidad del sistema penal acusatorio que rige en México desde 2016.
Lejos de mostrar las fortalezas y debilidades del sistema nacional, la película perpetúa la idea de que México sigue anclado en un modelo ineficaz y arcaico. Esto no solo desinforma, sino que también refuerza la narrativa de que los procesos legales en el país son insalvables, ignorando los verdaderos retos: falta de recursos, sobrecarga de casos y desigualdad en el acceso a la tecnología.
La transformación digital como clave para la justicia
El reciente informe de Impunidad Cero sobre la digitalización de las fiscalías subraya la disparidad entre estados en términos de acceso a herramientas tecnológicas.
- Avances destacados: Estados como la Ciudad de México, Nuevo León y Chihuahua lideran en plataformas de denuncia en línea, facilitando procesos que antes eran engorrosos.
- Rezago preocupante: Estados como Campeche, Guerrero y Veracruz todavía carecen de estas herramientas, dejando a millones de personas fuera del alcance de una justicia más eficiente.
La pandemia de COVID-19 aceleró la implementación de herramientas digitales en el sistema judicial, pero esta transformación aún no se ha consolidado como una política estructural. La digitalización no solo reduce la impunidad, sino que también ofrece oportunidades para cerrar brechas de género y desigualdad geográfica.
Narrativas responsables: el gran pendiente
Más allá de influencers y películas, es fundamental construir narrativas que reflejen la complejidad del sistema judicial en México. La trivialización de problemas profundos, como la violencia de género y el acceso a la justicia, solo perpetúa la desinformación y el escepticismo hacia las instituciones.
- Educar sobre el sistema penal acusatorio: Una sociedad informada es clave para exigir rendición de cuentas y mejoras.
- Combatir pseudociencias en el sistema judicial: Es necesario eliminar prácticas como la grafología que carecen de sustento científico.
- Fortalecer el acceso a la justicia: A través de la digitalización y la socialización de herramientas, el sistema judicial debe ser más accesible para todos.
De lo trivial a lo trascendental
La justicia en México no puede ser reducida a un espectáculo mediático o una representación distorsionada. Los casos de Maryfer Centeno y Emilia Pérez destacan la urgencia de abordar los problemas estructurales del sistema judicial, desde la implementación de prácticas científicas hasta la transformación digital.
Si queremos avanzar como sociedad, es crucial exigir narrativas responsables que reflejen nuestra realidad y promuevan un cambio significativo en el acceso a la justicia.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.
TE PODRÍA INTERESAR