Desempleo en México se convirtió en uno de los principales indicadores económicos que el Gobierno federal destacó al cierre de 2025. La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que el país finaliza el año como el segundo con menor tasa de desempleo en el mundo, solo por debajo de Japón, de acuerdo con cifras oficiales y comparativos internacionales.

El anuncio fue realizado a través de redes sociales y respaldado por datos estadísticos que colocan a México por encima de economías desarrolladas como Estados Unidos, Alemania y Francia, en términos de baja desocupación laboral. La mandataria subrayó que este resultado es reflejo directo de las políticas económicas implementadas durante los últimos años.
México, entre los países con menor desocupación laboral
Las cifras presentadas por el Gobierno de México indican que la tasa de desempleo nacional se ubicó en 2.7% al cierre de 2025, apenas por encima de Japón, que reportó 2.6%. Este nivel coloca a México como uno de los mercados laborales más dinámicos a nivel global.
De acuerdo con la gráfica comparativa elaborada con datos del portal especializado Datosmacro, México supera a países como Alemania (3.8%), Países Bajos (4%), Australia (4.3%) y Estados Unidos (4.6%). La comparación resulta relevante debido a que se trata de economías con estructuras productivas y niveles de ingreso muy distintos.
Las cifras correspondientes a México provienen del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que en su último reporte confirmó que la desocupación se mantuvo estable durante los últimos meses del año.
Datos oficiales del Inegi confirman tendencia positiva
Según el Inegi, en octubre de 2025 la tasa de desempleo en México fue de 2.6% de la población económicamente activa (PEA). Esto representa aproximadamente 1.6 millones de personas desocupadas en un universo laboral de 62.5 millones.
El organismo detalló que la tasa de participación laboral alcanzó el 59.9%, lo que significa que más mexicanos se incorporaron al mercado de trabajo respecto al mismo periodo de 2024. En términos absolutos, la población activa aumentó en 1.1 millones de personas.
Este crecimiento del empleo formal e informal ha sido uno de los pilares del discurso gubernamental, que sostiene que el fortalecimiento del mercado interno ha sido clave para sostener la generación de puestos de trabajo.
Comparación internacional: ¿por qué destaca México?
El bajo nivel de desempleo en México contrasta con países europeos como España (10.5%), Finlandia (10.3%) y Suecia (9.1%), donde los desafíos estructurales y el lento crecimiento económico han impactado el mercado laboral.
Especialistas señalan que el caso mexicano se explica por una combinación de factores: mayor absorción de mano de obra en sectores de servicios, comercio y construcción, así como programas sociales y obras públicas que han sostenido el empleo, especialmente en regiones con alta marginación.
No obstante, analistas advierten que el bajo desempleo no necesariamente equivale a empleos de alta calidad, ya que una parte importante de la población ocupada se encuentra en condiciones de informalidad.
El reto pendiente: la informalidad laboral
A pesar del resultado positivo en desempleo, el Inegi reportó que en julio de 2025 los trabajadores informales sumaron 33.9 millones, lo que elevó la tasa de informalidad al 55.7%. Este dato representa uno de los principales desafíos para la economía mexicana.
La informalidad implica menores ingresos, falta de acceso a seguridad social y vulnerabilidad económica, por lo que expertos coinciden en que el siguiente paso debe ser transformar empleo en empleo formal, no solo crear ocupación.
Desde el Gobierno federal se ha insistido en que el fortalecimiento del salario mínimo, el impulso a la inversión y la expansión de programas productivos ayudarán a mejorar la calidad del empleo en los próximos años.

Balance económico y perspectivas
Para la administración de Claudia Sheinbaum, cerrar 2025 como el segundo país con menor desempleo en el mundo representa un argumento sólido para defender la continuidad del modelo económico actual. La presidenta ha señalado que la prioridad será mantener la estabilidad laboral sin descuidar el crecimiento y la inclusión social.
Si bien el dato es positivo en términos macroeconómicos, el verdadero desafío para 2026 será convertir la baja desocupación en bienestar sostenible, reduciendo la informalidad y mejorando los ingresos reales de los trabajadores mexicanos.


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