Una operación para enfrentar vencimientos clave
Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció una oferta de recompra por 9,900 millones de dólares en bonos que vencen entre 2026 y 2029. El objetivo es claro: reducir la presión de sus compromisos de corto y mediano plazo y enviar una señal de confianza a los mercados.
La oferta estará abierta hasta el 30 de septiembre y abarca 11 series de bonos denominados en dólares y euros. Los inversionistas que participen no solo recibirán el valor de la recompra, sino también el pago de intereses devengados y no pagados correspondientes.
El respaldo financiero: notas pre-capitalizables
Para financiar la operación, Pemex recurrió a la colocación internacional de notas pre-capitalizables (P-Caps), realizada en junio de 2025 por un monto de 12 mil millones de dólares a cinco años.
La emisión fue un éxito: alcanzó una demanda de 23 mil millones de dólares por parte de 295 inversionistas internacionales, lo que permitió mejorar las condiciones de financiamiento y ampliar el monto inicialmente previsto. Gracias a este resultado, Pemex consiguió recursos frescos para fortalecer su liquidez y lanzar la recompra de bonos.
Fitch Ratings mejora la calificación de Pemex
La reacción del mercado no tardó en llegar. Fitch Ratings elevó la calificación de Pemex en moneda local y extranjera de ‘B+’ a ‘BB’, un movimiento que refleja mayor confianza en la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones.
Aunque la petrolera aún enfrenta una deuda de 98.8 mil millones de dólares, la recompra de bonos es vista como un paso importante para reordenar su perfil financiero y mejorar su imagen ante inversionistas y agencias calificadoras.
Contexto: el peso de la deuda y los vencimientos cercanos
La estrategia no se entiende sin observar la magnitud de los compromisos financieros de la compañía. Pemex debe liquidar 414,813 millones de pesos en vencimientos antes de que termine 2025, además de los bonos programados para los próximos años.
En este sentido, la recompra no elimina el problema estructural de la deuda, pero sí ayuda a ganar tiempo y espacio financiero en un contexto donde la compañía necesita recursos para operar, invertir y mantener la producción.
Relación con el Plan Estratégico 2025-2030
La operación de recompra se alinea con el Plan Estratégico de Pemex 2025-2030, presentado por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo a inicios de agosto. Este plan busca garantizar la sostenibilidad financiera y operativa de la empresa, con medidas para reducir pasivos, incrementar eficiencia y reforzar la exploración y producción.
En este marco, la recompra de bonos no es un hecho aislado, sino una acción coherente con la ruta que la nueva administración plantea para la empresa más importante del país.
Lo que significa para Pemex y México
La recompra de bonos envía varias señales relevantes:
- A los inversionistas internacionales: Pemex muestra capacidad de refinanciarse y voluntad de ordenar su deuda.
- A las agencias calificadoras: la mejora de Fitch puede atraer más interés de los mercados hacia los futuros instrumentos financieros de la empresa.
- Al gobierno federal: refuerza el compromiso de respaldar a la petrolera como eje de la política energética nacional.
Sin embargo, el reto sigue siendo mayúsculo. La empresa aún arrastra altos niveles de deuda y enfrenta el desafío de mantener su producción en un mercado global de hidrocarburos cambiante.
Un respiro, pero no la solución definitiva
La recompra de bonos con vencimiento entre 2026 y 2029 es un respiro financiero para Pemex, pero no resuelve de fondo sus problemas estructurales: la dependencia de financiamiento externo, los costos de operación elevados y la necesidad de inversión en exploración y transición energética.
Aun así, la operación refuerza la estrategia de ganar tiempo y credibilidad. Al disminuir la presión de corto plazo, Pemex y el gobierno mexicano pueden enfocarse en implementar el plan estratégico y en fortalecer la sostenibilidad de la empresa en el largo plazo.


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