viernes, diciembre 19, 2025

Ganaderos mexicanos piden frenar importación masiva de carne brasileña

La carne brasileña invade México: ganaderos piden límites urgentes para salvar la producción nacional golpeada por la sequía y la caída de exportaciones.

Ganaderos mexicanos piden frenar importación masiva de carne brasileña

La preocupación crece en los ranchos y corrales de México. Los ganaderos enfrentan uno de los años más difíciles por la sequía, la reducción del inventario nacional y la caída en la producción de carne de res. A este escenario se suma una nueva amenaza: la entrada masiva de carne brasileña al mercado mexicano, que ha encendido las alarmas en todo el sector.

Homero García de la Llata, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), ha solicitado al Gobierno federal imponer cupos a la importación de carne de países sin tratados comerciales, especialmente de Brasil. El objetivo es evitar una sobreoferta que hunda los precios locales y ponga en riesgo la viabilidad económica de miles de productores.

La presión sobre el campo mexicano

México ha vivido una de las peores sequías de los últimos años, lo que ha reducido drásticamente la disponibilidad de forraje y agua para el ganado. El impacto ha sido devastador: menos crías, más sacrificios anticipados y una baja general en la producción nacional.

Según estimaciones del propio sector, la expectativa de producción de carne de res para este año se ubica en 2 millones de toneladas, una cifra inferior al promedio anual de 2.25 millones. Esta disminución, sumada al incremento de importaciones, ha provocado una pérdida de competitividad y preocupación por el futuro de la ganadería nacional.

El auge de la carne brasileña en el mercado mexicano

El aumento de las importaciones desde Brasil ha sido exponencial. Entre enero y agosto, las compras mexicanas de carne de res brasileña crecieron un 231% en comparación con el año anterior, de acuerdo con datos de la CNOG.

Tradicionalmente, la carne importada provenía principalmente de Estados Unidos y Canadá, socios de México en el T-MEC. Sin embargo, las condiciones del mercado y los permisos especiales otorgados a Brasil han cambiado el panorama. Hoy, una proporción creciente de la carne que llega a los supermercados mexicanos proviene de frigoríficos brasileños.

Los productores temen que esta tendencia no solo desplace a la carne nacional, sino que afecte la calidad y el precio del producto mexicano, especialmente en el contexto de una industria debilitada por la falta de apoyos y la crisis climática.

Los efectos de las políticas internacionales

El impacto de las decisiones globales también se siente en el campo mexicano. Los aranceles del 50% impuestos por el expresidente estadounidense Donald Trump a la carne brasileña han generado un efecto colateral: parte de la producción que antes se enviaba a Estados Unidos ahora se redirige hacia México.

Esto ha creado un flujo creciente de carne brasileña hacia el país, aprovechando los permisos especiales otorgados por el Gobierno mexicano en el marco del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC). Aunque este programa ha ayudado a controlar los precios al consumidor, los ganaderos advierten que está debilitando a la producción nacional.

La CNOG pide límites y políticas de protección

Ante este panorama, la CNOG insiste en la necesidad de establecer cupos máximos de importación de carne brasileña. Según Homero García de la Llata, no se trata de cerrar el mercado, sino de equilibrarlo para evitar un exceso de oferta que perjudique a los productores locales.

El dirigente reconoce que el PACIC ha tenido utilidad para mitigar la inflación, pero advierte que mantener abiertas las fronteras sin control puede tener consecuencias graves a mediano plazo. “Si seguimos permitiendo la entrada indiscriminada de carne de países sin tratado comercial, corremos el riesgo de perder nuestra autosuficiencia ganadera”, señaló.

Un llamado a proteger la producción nacional

La situación actual no solo pone en riesgo la rentabilidad del sector, sino también la seguridad alimentaria de México. Con una menor producción interna y una dependencia creciente de las importaciones, el país se vuelve más vulnerable a los vaivenes del mercado internacional.

Los ganaderos piden al Congreso y a la Secretaría de Economía intervenir con medidas de regulación, cupos y vigilancia sanitaria más estricta. También solicitan incentivos para la recuperación del hato ganadero, inversiones en infraestructura hídrica y programas de apoyo frente a la sequía.

Un futuro incierto para la ganadería mexicana

La ganadería, una de las actividades más tradicionales del país, enfrenta una encrucijada. Entre la crisis climática, la competencia extranjera y la falta de políticas de protección efectivas, los productores ven amenazada su supervivencia.

De no aplicarse límites a las importaciones, la carne mexicana podría perder terreno en su propio país. Lo que comenzó como una medida temporal para controlar precios podría convertirse en un golpe estructural para el campo nacional.

México se encuentra frente a una decisión crucial: equilibrar el mercado sin sacrificar su soberanía alimentaria ni el esfuerzo de los productores que, pese a todo, siguen apostando por mantener viva una de las industrias más emblemáticas del país.

Giovanna Cancino
Giovanna Cancino
Giovanna Cancino es una experimentada profesional de la comunicación, Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Con más de una década de trayectoria en medios impresos y digitales, se ha consolidado como reportera y editora. Su profundo conocimiento se refleja en sus colaboraciones en la sección deportiva 'Sport Judge', así como en las importantes secciones Nacional e Internacional, asegurando una cobertura fiable y relevante para nuestros lectores.
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