Durante septiembre de 2025, el precio de la carne de res en México aumentó 18.5% respecto al mismo mes de 2024, según el INEGI, marcando el mayor incremento en una década. Los cortes que más se encarecieron fueron: chuletas y costillas (19.4%), retazo (19%), bistec (18.7%), carne molida (17.7%) y cortes especiales (15.7%).
Restricciones sanitarias y menor oferta
El gusano barrenador apareció en Querétaro y otros estados, deteniendo las exportaciones de becerros en pie a Estados Unidos. Esto ha generado pérdidas para los productores y ha limitado la oferta de carne disponible para el mercado interno. Además, las exportaciones de carne congelada llevan tres años consecutivos a la baja, alcanzando entre enero y agosto de 2025 un valor de 128 millones de dólares, 5.2% menos que en 2024, la cifra más baja desde 2018.
Demanda creciente y precios récord
El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) destacó que la demanda de carne se mantiene fuerte, mientras que la oferta enfrenta restricciones sanitarias y climáticas. Esto ha impulsado el precio promedio de la carne de res hasta 214 pesos por kilo. Según GCMA, la recuperación de precios dependerá de la combinación de factores sanitarios, climáticos y de política comercial.
Impacto en los hogares
Los hogares más pobres, del primer decil de población, compraron en promedio 1.9 kilos de proteína cárnica por semana, menos que en 2022, reflejando cómo el encarecimiento ha reducido el consumo. En México, la carne de res representa 22% de la proteína comprada, solo detrás del pollo (43%), mientras que cerdo y carnes frías concentran 16% cada una, según el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).


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