La cuenta regresiva ya comenzó. A partir del viernes 1 de agosto, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, activará un arancel del 30% a todas las importaciones mexicanas, una medida que anunció hace dos semanas y que ha provocado preocupación tanto en sectores económicos como en el gobierno mexicano.
La noticia se confirmó mediante una carta enviada el 12 de julio a la presidenta Claudia Sheinbaum, donde Trump señaló que México “no ha hecho lo suficiente” para detener a los cárteles del narcotráfico ni el flujo de fentanilo hacia territorio estadounidense.
“México ha estado ayudándome a asegurar la frontera, PERO, lo que México ha hecho no es suficiente”, escribió el mandatario en su misiva publicada en Truth Social. “México aún no ha detenido a los cárteles que intentan convertir a toda América del Norte en un patio de recreo del narcotráfico”.
¿Qué implica el nuevo arancel del 30%?
Trump detalló que el arancel será independiente de los existentes por sectores y advirtió que cualquier producto que intente evadir este gravamen mediante triangulación comercial también será sancionado. “Los productos que se transborden para evadir aranceles más altos estarán sujetos a ese arancel más alto”, precisó.
Sin embargo, dejó abierta una puerta para las empresas mexicanas: “No habrá arancel si México o las empresas dentro de su país deciden construir o fabricar productos dentro de los Estados Unidos”.
¿Cómo ha respondido Claudia Sheinbaum?
Desde el anuncio, la presidenta Sheinbaum ha reiterado su confianza en lograr una solución diplomática. Ha señalado que el arancel podría impactar no solo a México, sino también a la economía estadounidense, generando posibles presiones inflacionarias.
Incluso, la mandataria adelantó que buscará un diálogo directo con Trump para preservar los beneficios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), e intentar frenar la imposición de los aranceles.
A menos de una semana de su entrada en vigor, la incertidumbre crece tanto en el sector comercial como entre inversionistas, quienes siguen de cerca las negociaciones entre ambos gobiernos.
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