Durante las vacaciones de verano, muchas personas suelen relajarse no solo en sus actividades, sino también en sus hábitos alimenticios. Es común que los horarios cambien, se incremente el consumo de alimentos procesados o ricos en azúcares y que las comidas se hagan fuera de casa, lo cual puede afectar la salud si no se lleva un control.
La combinación de altas temperaturas, viajes, comidas rápidas y bebidas azucaradas puede generar problemas como deshidratación, malestar estomacal, aumento de peso e incluso descompensaciones, especialmente en niñas, niños y personas mayores.
“Las vacaciones son una excelente oportunidad para descansar, pero eso no debe significar descuidar lo que comemos. Al contrario, es un buen momento para fomentar una alimentación saludable en familia”, explica el nutriólogo Luis Enrique Sánchez, especialista en salud pública y nutrición clínica. “Lo ideal es seguir consumiendo frutas, verduras, mantenerse bien hidratado y evitar el exceso de frituras, alcohol y postres”.
Riesgos para la salud
Uno de los principales riesgos es el aumento en la ingesta de productos ultra procesados, como papas fritas, golosinas, refrescos y comida rápida, que suelen estar al alcance en parques, playas o centros turísticos. “Son productos muy atractivos por su sabor y practicidad, pero si se consumen en exceso pueden impactar negativamente en el organismo, sobre todo si se combinan con poca actividad física”, advierte el especialista.
Los horarios también influyen. Muchos vacacionistas cambian su rutina de sueño y alimentación, lo que puede generar desórdenes en el metabolismo. “Es importante seguir comiendo en horarios estables para que el cuerpo no se descontrole. Aunque se esté de vacaciones, mantener cierta estructura ayuda mucho a la digestión y al bienestar en general”, agrega Sánchez.
Toma agua, aunque no tengas sed
Otro factor a considerar es el consumo de agua. En temporada de calor, el cuerpo pierde líquidos con mayor rapidez, por lo que se recomienda priorizar el agua natural sobre bebidas con azúcar añadida, como jugos artificiales o refrescos.
Para quienes viajan, es importante tener cuidado con los alimentos preparados en la calle o en lugares sin las medidas básicas de higiene. La diarrea del viajero, infecciones estomacales o intoxicaciones alimentarias pueden arruinar unas vacaciones si no se toman precauciones.
Finalmente, el nutriólogo señala que una alimentación saludable no está peleada con el disfrute: “Se vale probar cosas nuevas y comer lo que nos gusta, pero con medida. El equilibrio es la clave”.
8 RECOMENDACIONES PARA CUIDAR TU SALUD EN VACACIONES
1. No te saltes comidas. Mantén horarios regulares para no alterar tu metabolismo.
2. Prioriza frutas y verduras. Son frescas, ligeras y ricas en vitaminas.
3. Toma mucha agua. Al menos 2 litros diarios para evitar la deshidratación.
4. Evita el exceso de azúcares y frituras. Son sabrosas, pero poco nutritivas.
5. Lava bien los alimentos. Sobre todo, si los consumes crudos o al aire libre.
6. Modera el consumo de alcohol. Y si tomas, acompáñalo de alimentos y agua.
7. Cuida a los niños y adultos mayores. Son más sensibles a los cambios alimenticios.
8. Muévete. Caminar, nadar o jugar al aire libre también forma parte de un estilo saludable.
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