El crecimiento de comunidades menonitas en la zona sur de Quintana Roo, especialmente en la comunidad de Salamanca, ha encendido alertas por los impactos ambientales que su expansión ha generado.
La gobernadora Mara Lezama reconoció que el tema fue uno de los puntos centrales tratados recientemente con la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, Alicia Bárcena, al advertir la urgencia de tomar medidas coordinadas entre los distintos órdenes de gobierno
“Fue uno de los temas importantes que tocamos con Alicia Bárcena. Estamos trabajando con la Procuraduría de Protección al Ambiente, con la Secretaría de Agricultura, ante la presunción de que pudiera haber siembra de maíz transgénico”, declaró la mandataria.
Lezama detalló que ya existe comunicación con las autoridades federales responsables del sector ambiental y agrícola para atender los efectos provocados por ciertas prácticas asociadas a estas comunidades, que han generado preocupación en zonas de alto valor ecológico.
“La verdad es que no podemos permitir ni que se viertan aguas negras en ninguna área jardinada, en áreas verdes, en algún cenote o en el mar, pero tampoco podemos permitir esta devastación”, dijo..
En ese sentido, precisó que el gobierno estatal ha entregado la información necesaria a las dependencias competentes para que actúen conforme a sus facultades, sin omitir la colaboración directa desde Quintana Roo.
“Estamos trabajando con las secretarías federales que les compete para que tomen decisiones, pero nosotros estamos proporcionando toda la información”, comentó.
Cabe recordar que las comunidades menonitas han sido señaladas por su expansión sobre terrenos selváticos y por prácticas agrícolas intensivas que, en varios estados del país, han derivado en deforestación, contaminación de cuerpos de agua y conflictos por el uso del suelo.
En Quintana Roo, la vigilancia sobre estas prácticas se ha intensificado ante el riesgo de provocar daños irreversibles al equilibrio ecológico en la zona sur del estado. Las principales preocupaciones incluyen la infiltración de excreciones ganaderas al manto freático y el uso excesivo de productos químicos que deterioran e incluso dejan infértiles los suelos.
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