“Dormiré cuando muera” es una frase peligrosa. El sueño no es un lujo, es una necesidad biológica fundamental para la salud física y mental, y para nuestro rendimiento diario. Pero, ¿existe un número mágico de horas?
Recomendaciones generales:
- Adultos (18-64 años): 7-9 horas por noche.
- Adultos Mayores (65+): 7-8 horas.
- Adolescentes: 8-10 horas.
- Niños: Varía según la edad (9-13 horas).
Más allá de la cantidad, la calidad
No solo importa cuánto duermes, sino cómo duermes. Un sueño de calidad es ininterrumpido y pasa por todas las fases (ligero, profundo, REM). Factores como el estrés, la dieta, el entorno (luz, ruido) y los horarios irregulares afectan la calidad.
Impacto de dormir poco
Falta de concentración, irritabilidad, mayor riesgo de errores, debilitamiento del sistema inmune y, a largo plazo, mayor riesgo de enfermedades crónicas. Prioriza tu descanso. Escucha a tu cuerpo y busca un patrón de sueño regular y reparador. Es una inversión en tu salud y productividad.
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