Las generaciones tienden a borrar de su memoria a figuras clave de su tiempo, pero Tomás Parra, nacido en Santiago Pinotepa Nacional, Oaxaca, en 1937, resurge como un faro del arte geométrico mexicano. A pesar de su contribución monumental como artista plástico, curador y promotor cultural, su nombre no siempre ocupa el lugar merecido en la historia del arte nacional.
Hoy, gracias al esfuerzo de Moisés Argüello Rivera y el Museo de Arte Octavio Ocampo, su obra vuelve a la vida en la exposición “Sucesiones”, una retrospectiva que reúne 49 piezas provenientes de 17 colecciones privadas y del acervo del artista, disponible hasta el 16 de febrero en Celaya, Guanajuato.
El arte de Tomás Parra: una narrativa visual de armonía y color
La obra de Parra es un festín para los sentidos: cada composición explora las profundidades del espacio, el volumen y la textura, mientras su paleta de colores inusitada captura el alma del espectador. Formado por maestros como Enrique Azad, Juan Soriano y Germán Cueto, Parra absorbió lo mejor de sus influencias para forjar un lenguaje único en la pintura geométrica y abstracta.
Entre sus contribuciones más destacadas está la colaboración con figuras como André Breton en París, y su curaduría en la retrospectiva de Vlady en el Museo de Arte Moderno, además de su participación en el diseño del Anahuacalli junto a Diego Rivera y Carlos Pellicer.
“Sucesiones”: una retrospectiva imprescindible
La exposición “Sucesiones” presenta un recorrido integral por el universo creativo de Parra. Las piezas incluyen trabajos recientes que reflejan su constante búsqueda por la innovación, mezclando la precisión geométrica con texturas sensuales y tributos a la belleza utópica.
Cada obra es una invitación a la contemplación y un testimonio de su compromiso con el arte como herramienta de expresión y meditación. A través de este homenaje, Tomás Parra se consolida como una figura central de la generación de la Ruptura, comparable a gigantes como Manuel Felguérez o Pedro Coronel.
¿Por qué es importante rescatar el legado de Tomás Parra?
En una época donde el olvido parece inevitable, reconocer a Tomás Parra es vital para entender la riqueza del arte moderno en México. Su obra, más allá de ser visualmente impactante, invita al espectador a reflexionar sobre la relación entre el color, la forma y el espacio.
Rescatar su legado no solo preserva su memoria, sino que inspira a nuevas generaciones a explorar el arte como medio de introspección y conexión con lo universal.
Una invitación a redescubrir su obra
La obra de Tomás Parra es un testimonio del poder transformador del arte. Su capacidad para crear belleza a través del equilibrio geométrico y la innovación es un recordatorio de que las grandes contribuciones culturales nunca deben ser olvidadas.
La exposición “Sucesiones” es una oportunidad única para reconectar con este genio olvidado y celebrar su inmenso aporte al patrimonio artístico mexicano.
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