Despertarse de repente en medio de la noche con una sensación intensa de terror es una experiencia angustiante que afecta a muchas personas. Según la psicología, este fenómeno puede estar relacionado con diferentes factores, desde trastornos del sueño hasta respuestas emocionales y estrés. Comprender por qué ocurre puede ayudar a manejarlo y reducir su impacto.
¿Qué es el despertar con terror nocturno?
El despertar con terror o “terror nocturno” es un trastorno del sueño que se caracteriza por un despertar abrupto acompañado de un miedo intenso, sudoración, palpitaciones y sensación de pánico. A diferencia de las pesadillas, quien lo experimenta suele no recordar el contenido onírico y puede sentirse confundido o desorientado al despertar.
Este fenómeno es más común en niños, pero también puede afectar a adultos, especialmente en situaciones de alta ansiedad o estrés prolongado.
Causas psicológicas y emocionales
Desde el punto de vista psicológico, el despertar con terror puede estar vinculado a:
- Estrés y ansiedad: Situaciones de tensión constante aumentan la probabilidad de episodios nocturnos de miedo.
- Trastornos del sueño: Como el insomnio o la apnea del sueño, que interrumpen el ciclo natural del descanso.
- Traumas y experiencias negativas: Recuerdos o emociones no procesadas pueden manifestarse durante el sueño.
- Consumo de sustancias: Café, alcohol o medicamentos pueden alterar la calidad del sueño y generar despertares con miedo.
Cómo diferenciar el terror nocturno de una pesadilla
Aunque ambos involucran miedo, el terror nocturno se distingue porque ocurre en las primeras fases del sueño profundo y la persona no recuerda claramente el sueño, mientras que las pesadillas suelen presentarse en el sueño REM y el contenido es recordado.
Además, durante un episodio de terror nocturno, la persona puede mostrar signos físicos intensos como gritos o movimientos bruscos, algo menos frecuente en pesadillas.
Consejos para manejar y prevenir estos episodios
- Mantener una rutina regular de sueño, evitando cambios bruscos en los horarios.
- Practicar técnicas de relajación y manejo del estrés, como la meditación o respiración profunda.
- Evitar el consumo de estimulantes o alcohol antes de dormir.
- Crear un ambiente cómodo y seguro en el dormitorio para favorecer el descanso.
- Consultar a un profesional si los episodios son frecuentes o afectan la calidad de vida.
Despertarse con terror en medio de la noche es una señal de que el cuerpo y la mente están respondiendo a factores de estrés o trastornos del sueño. Identificar las causas y aplicar hábitos saludables puede reducir estos episodios y mejorar el descanso. En caso de persistencia, la ayuda psicológica es fundamental para abordar el problema de raíz y recuperar la tranquilidad nocturna.


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